Tomelloso no deja de sorprender. Tenemos una cantera inagotable, y de vez en cuando me llevo una agradable sorpresa. Mi descubrimiento de los últimos días ha sido Ana Moraga. Ana Moraga es otra ilustre tomellosera; científica de profesión y escritora de vocación, Ana acaba de publicar su primera novela, una historia muy original con dos protagonistas: Adela y Javier, partiendo de una situación inusual (un naufragio) la autora rememora la vida de ambos en una especie de “flash-back” literario, que mantiene al lector en una continua expectación.
He quedado con ella, para conocerla un poco más, y que me cuente sobre sus motivaciones y pasiones. Aunque no deja de ser una entrevista, mi intención es dejarme llevar por la entrevistada, y dejarnos llevar por los derroteros que la tertulia quiera llevarnos. Para iniciar la conversación la insto a presentarse. Yo me definiré cómo el personaje B.
B- Ana, me gustaría que hicieras una autopresentación, hablándonos de ti, de tus orígenes, tus estudios y tu trabajo
ANA: Pues cómo decías, soy de Tomelloso donde viví hasta que me fui con 18 años a Granada, a la Universidad. Allí estudié Biología y pasé cinco años fantásticos. Posteriormente decidí que quería dedicarme a la investigación y me fui a Madrid, conseguí una beca para hacer un doctorado y bueno, a partir de entonces he pasado los últimos doce años trabajando en investigación biomédica, principalmente centrada en el campo del ictus.
B- A pesar de que “La oscuridad” es tu primera novela sé que no es lo primero que escribes, y que el hecho de haberla publicado ha sido porque la consideras más redonda y acabada, pero sé que también escribiste durante los meses de confinamiento otra novela (El Feriante), que será la próxima en publicarse. Me gustaría que me contases un poco sobre tu experiencia tanto en la elaboración de la novela, y también algo sobre tus otros trabajos anteriores.
ANA: Efectivamente no es lo primero que he escrito, pero sí a lo que he querido dar forma y terminar. Empecé a escribir hace ya ocho años y, honestamente, lo hice para combatir la soledad en una estancia de seis meses en Nueva York. Fui para hacer una colaboración con un grupo de investigación muy destacado y muy competitivo. Mis compañeros no se daban un respiro ni para salir a tomar algo, así que me encontré la mayor parte del tiempo sola en un lugar increíblemente inspirador que mantenía mis sentidos atentos a todo lo que ocurría alrededor. La música y los artistas callejeros, los colores del cielo, la arquitectura, etc. Un sinfín de cosas que me hicieron vibrar y empecé a escribir para canalizar esas emociones. Desde entonces, he escrito tres novelas y varios cuentos, aunque ninguno de ellos está rematado. Supongo que no lo había intentado antes porque siempre he tenido (y tengo) una especie de síndrome del impostor.
El proceso de escritura de La oscuridad ha sido largo, de unos dos años. Empezó como una forma terapéutica de desahogo tras un momento personal duro. Necesitaba escribir sobre emociones, sobre el sentimiento de pérdida y también sobre esperanza. Y poco a poco fue derivando en una historia ficticia con algunos toques de surrealismo.
B- He tenido la suerte de poder leer “La oscuridad” aunque sin poder recrearme con ella, pero quería conocer la novela antes incluso de conocerte a tí, y mis primeras conclusiones son: Primera- Creo que podría ser un buen argumento cinematográfico. Segunda- Se nota que es una “opera prima” porque hablas mucho de emociones y sentimientos, algo que suele ocurrirle a la mayoría de los escritores en sus primeras obras. No sé si estás de acuerdo conmigo, porque es posible que en una segunda lectura más pausada sacaría otras conclusiones.
ANA: Si, es cierto, no he podido evitar que ese fuera el tono del libro. Soy una persona muy emocional y por mi falta de experiencia como escritora he plasmado lo que creía que me iban pidiendo las historias de mis personajes. Trataba de ponerme en sus pieles y veía hacia dónde tenían que caminar. Estoy de acuerdo contigo en que cuanta más experiencia tengo, muestro con menos descaro los sentimientos. De hecho, en la segunda novela que publicaré, El Feriante, las emociones están mucho más contenidas y se deja un lugar más amplio para el suspense.
B- Lo cual es algo que me preocupa ya que yo, como lector, soy de los que necesitan que me toquen el alma y los sentimientos, aunque eso se puede lograr de muchas maneras.
Grandes escritores como Ignacio Aldecoa o Carmen Martín Gaite, decían que un escritor en cada novela siempre deja algo autobiográfico, que la inspiración siempre parte de situaciones que han vivido o personajes que han conocido. Yo estoy bastante de acuerdo en ello, creo que incluso escritores cómo Alan Poe o Franz Kafka en sus delirios psicóticos estaban inspirados en parte en experiencias personales. Con esto no quiero decir que una novela tenga que ser autobiográfica, sino que la inspiración de cualquier escena puede surgir por una situación vivida. No sé qué opinas tú de eso.
ANA: Respecto a lo primero, sí, por supuesto yo siempre recurriré a la parte sentimental para contar mis historias, pero intentaré hacerlo de forma más sutil, para que sea el lector el que se descubra emocionado cuando no lo espere. Respecto a lo segundo, sin duda muchas de las cosas sobre las que escribo están inspiradas en situaciones y personas que conozco, y otras veces se basan en mis experiencias propias. Sin embargo, esas vivencias personales tan solo sirven para plantear un conflicto de la trama que después se desdibuja convirtiéndose en algo completamente nuevo, se convierte en ficción.
B- Picasso decía siempre que cuando las musas se dignen a visitarte deben encontrarte trabajando. El proceso creativo es algo tan personal, que cada creador tiene su método, pero por muy caótico que sea, está claro que es necesaria una cierta disciplina. En tu caso, en el que tienes que alternar tu trabajo con la literatura, creo que debe ser difícil, y que necesitarás de cierta disciplina. Aunque personalmente creo que la investigación científica y la creación literaria no son tan antagónicas como pueda parecer a simple vista. Me gustaría que me hablases un poco sobre esa auto-disciplina.
ANA: Efectivamente, las ideas en ciencia y el desarrollo del diseño experimental son procesos muy creativos, necesitas salir del pensamiento lógico para ver más allá, para probar nuevas estrategias y encontrar nuevos caminos del conocimiento. Creo que Picasso tenía razón, la mejor forma de hallar la inspiración es trabajar y trabajar, unos días serán menos productivos y otros, de repente, sentirás que has dado con la clave, con una idea que lo explica todo. En mi caso, la conexión con el proceso creativo de la escritura no es nada sencilla ya que aún necesito mucho tiempo para centrarme, sintetizar ideas, etc. Por lo que solo cuando tengo por lo menos cuatro o cinco horas seguidas sin otras distracciones o compromisos, me siento a escribir.
B- Por último. Me gustaría que me contases qué tal acogida ha tenido la novela, sobre tus próximos proyectos, y si habrá presentación oficial del libro en Tomelloso, aunque no sea el momento más adecuado para poder hacerlo dada la situación provocada por el Covid.
ANA: Este asunto me tiene fascinada. Nunca pensé que la gente me apoyaría de esta manera. Gracias a las redes sociales y al “boca a boca” de mi entorno, la novela ha llegado a mucha gente que se ha animado a comprarla. Es muy emocionante recibir llamadas de gente de la que hacía años que no sabía nada y que simplemente quieren felicitarte o decirte qué les ha parecido la historia. De verdad, no puedo estar más agradecida con mi pueblo. Ojalá pudiéramos hacer una buena presentación para reunirnos y hablar sobre la novela, pero me temo que si hacemos algo en Navidad, ha de ser muy pequeño para poder cumplir con las restricciones impuestas por la pandemia.
Respecto a futuros proyectos, como antes mencionábamos, mi próxima novela, “El Feriante”, está muy avanzada y espero que pueda estar lista en unos meses. Ya os contaré.
La novela «La Oscuridad» ya se encuentra en las librerías de Tomelloso y en «Amazon».
