Mario Ruiz, abre el enrejado de la panadería “Migas” en Toledo un día más. Y así desde hace 30 años. Durante todo este tiempo, no ha faltado nunca a su trabajo. “No sé en qué día vivo… desde hace ya unas semanas, todos los días son monótonos y la afluencia mínima. Me llama la atención, cuando más gente entra en la panadería son los lunes y los jueves, la gente compra el pan para una semana, para 5 días… Sinceramente, es lo que tienen que hacer.”
Al preguntarle por cómo se vive el día a día detrás del mostrador, es contundente. Con expectación. Este panadero toledano nos explica que no hay que tener miedo, pero si incertidumbre por el desenlace de todo esto.
LAS TINTORERÍAS COMERCIO DE PRIMERA NECESIDAD
Desde que el Presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, decretará el estado de alarma por la pandemia del coronavirus y decidiera posteriormente que las tintorerías eran uno de los comercios de primera necesidad durante esta cuarentena.
Desde ese día, Inmaculada Garrido, dueña de una tintorería en Albacete, hace frente a las semanas de reclusión de sociedad, detrás de su mostrador, resignada pero sabiendo que no puede cerrar sus puertas. “Mira te voy a ser sincera, un día normal, con suerte hacía alrededor de 200 euros de caja, hoy no llego ni para llenar el depósito de gasolina…” En una balanza las pérdidas son del 100%.
Pero a pesar de no encontrarle el sentido a la apertura de su local, esta albaceteña ha decidido reinventarse. “Empecé de cero, sin tener ni idea de hacer mascarillas, me puse alrededor de veinte tutoriales de Youtube y al final las he aprendido a hacer hasta con los ojos cerrados”. La tintorera lleva ya un total de 1000 mascarillas realizadas con tres capas de celulosa que donará finalmente a los hospitales de Albacete este mismo viernes. Además, seguirá con esta iniciativa hasta que toda esta situación se normalice.
EL 95% DE LOS PEDIDOS HAN SIDO POR TELÉFONO
En Tomelloso, Isabel Grande, trabaja en “La Casita del Pescado” que, por cautela ha decidido cerrar su negocio de momento hasta el próximo jueves 2 de abril. “Emocionalmente, me duele esta situación por la gravedad que está teniendo.” Una decisión que ha tomado serenamente y a pesar de que “el 95% de los pedidos han sido por teléfono, mi clientela ha sido muy respetuosa y siempre portando las medidas de seguridad adecuadas.”
A pesar de no haber visto afectado su negocio por ningún otro tipo de factor externo, vemos en el caso de este establecimiento la cara humana de este virus que ha llegado a España sin ningún precedente y para el que cada día buscamos y deseamos una solución.
El cierre de todos los negocios que no sean de primera necesidad es primordial
La crisis del coronavirus ha provocado el cierre de muchos negocios en España. Negocios que han tenido que echar la persiana por decreto, autónomos que dejarán de tener ingresos pero seguirán pagando facturas.
En una conversación distendida con Rufino Jiménez, uno de los socios de Dyfal, empresa de aluminio en Tomelloso, nos cuenta que tuvo que cerrar cuando se decretaba el estado de alarma. Por motivos económicos y a pesar de no ser la idea inicial, tuvieron que contemplar dos ERTES pero asegurando que la vida “volverá a la normalidad y el trabajo también”.
En el ámbito económico, muestra la preocupación de la mayoría de autónomos a la hora de pensar en un futuro que no tiene límite en el tiempo. Muestra desconfianza ante unas medidas decretadas con una serie de ayudas a este sector pero sin ningún aval que les garantice su cumplimiento.
Denuncia que es importante que en este momento que atraviesa España, el cierre de todos los negocios que no sean de primera necesidad es primordial. Es por ello que Jiménez se muestra positivo a la hora de pensar que si hay algo que todos debemos plantearnos es el hecho de conocer qué vida llevábamos hasta ahora, cuáles son los errores y los aciertos que debemos incidir y tomar este tiempo de reflexión, incertidumbre y solidaridad como un tiempo de construir y mejorar.
Y es que en medio de una ecatombe, el factor humano prevalece por encima de cualquier medio. Es cierto que todo volverá a la normalidad, pero habremos aprendido, saldremos reforzados y gritaremos con más fuerza que nunca.
