Una vez más, se vuelve a poner sobre la mesa el debate sobre la gestión pública o privada del agua en Tomelloso. A día de hoy, la gestión de este recurso lo lleva una empresa privada, Aqualia, cuyo contrato con el Ayuntamiento termina el próximo año. Por ello, desde IU Tomelloso, quienes siempre se han mostrado a favor de la municipalización de este servicio, han aprovechado la ocasión para pedir que sea la ciudadanía quien decida cómo debe hacerse esta gestión.
Según ha explicado el coordinador de IU, Ismael Casero, actualmente trabajan en una campaña para informar tanto a los partidos políticos como a la ciudadanía de que el contrato está próximo a acabarse y que en el municipio se podría apostar por la gestión pública del agua.
¿Y por qué creen que debería ser pública? Casero ha afirmado que en 2010 la ONU ya definía el agua como un derecho esencial, por lo que este derecho está garantizado si su gestión es pública, mientras que si está en manos de una empresa privada, aquellos que no puedan pagar las facturas verán cómo disminuye significativamente el caudal de agua en su vivienda. «El agua es de todos y no tiene por qué sacar beneficios una empresa privada», ha añadido.
Otra de las razones por las que la formación defiende la gestión pública es que si sobra dinero de la suma de las facturas de los vecinos, esta cuantía puede invertirse en otros servicios del municipio, mientras que si lo gestiona una empresa privada, pasarían a ser beneficios de la empresa. A esto habría que añadir que «las empresas privadas rara vez cumplen los convenios colectivos de sus trabajadores» y hay más probabilidades de que haya corrupción.
Desde la formación denuncian que en Tomelloso se paga un 61% más en el recibo de agua que en Argamasilla de Alba, a pesar de que el agua de ambos municipios provengan del mismo embalse. Por ello, han pedido que sean los ciudadanos quienes, una vez que conozcan ambos modelos, decidan si la gestión debería seguir siendo privada o pasar a ser pública, «ya que el Ayuntamiento hace gala de transparencia y participación», ha añadido su portavoz, Rafael Quesada.
Sin embargo, antes de que la ciudadanía decida, deben conocer un amplio estudio propuesto hace ya unos años desde el Parlamento Europeo. Dicho estudio debería recaudar la siguiente información: situación actual de las instalaciones; inversiones desde el contrato anterior; vida útil de la maquinaria; situaciones críticas que deberían atenderse (como el agua que llega con dificultad a edificios altos); cuantificar la inversión y temporalización de su ejecución. A esto habría que sumar informes sobre aspectos fiscales de la empresa pública; informes sobre la situación de los trabajadores y cómo quedaría en la empresa pública; informe económico de cuánto supondría al presupuesto del Ayuntamiento la gestión del agua.
«Es complejo, pero no imposible», ha aseverado Quesada. El objetivo de esta encuesta ciudadana es que tenga caracter vinculante, es decir, que se actúe en función de lo que decida la ciudadanía, siempre y cuando el estudio realizado muestre que sí es viable llevar una gestión pública del servicio del agua en Tomelloso.
