Cuando un fenómeno artístico como es la gala Drag Queen de Tomelloso, pasa en cinco años de celebrarse en el patio de La Corrala, a una carpa gigante debido al aumento exponencial del público quiere decir que allí la gente se la pasa muy bien y que hay algo especial que les convoca. Y si buscamos un común denominador de todos estos años, llegamos sin dudas a la presencia de la grandiosa Chumina Power, una señora del transformismo madrileño, que se ha ganado el corazón y el aplauso de este pueblo.
Cristina Gargiulo: ¿Cuándo empezaste a trabajar en transformismo?
Chumina Power: Pues la verdad que toda la vida, no voy a desvelar mi edad porque desde de la glaciación quedamos Cher y yo.
C.G.: ¿Cómo armas tus personajes, de adentro para afuera o empiezas desde la imagen?
Ch.P.: Bueno el personaje Chumina Power que yo desarrollo es siempre el mismo, yo no tengo nada que ver con el tipo de espectáculo que vais a ver esta noche, donde se trabaja más la destreza física y se lleva cierto tipo de vestuario. Ellos tienen un concepto Drag, una fantasía. Mi estilo es propio, digamos que Chumina Power es «una estoica travesti», y entonces el personaje que hago soy en parte yo mismo, es una parte de mí, canto canciones, y luego la estética es lo que sale de lo que tú tienes.
C.G.: Te has olvidado de poner en la lista que además eres un comediante con un humor muy inteligente, capaz de surfear un chiste sexy con altura suficiente como para hacer reír y dejar pensando.
Ch.P.: Yo vendo mi música, mi humor, en este mundo hay muchos estilos, tengo una velocidad de palabra que me permite congeniar con el público, soy un showman. Esta noche voy a cantar canciones de mi último trabajo «Voy a Mil» que os invito conocer y a compartir.
C.G.: ¿Qué te gustaría más, ser una musa de culto como Divine fue para Jhon Walters, o una estrella más mediática como Rupol?
Ch.P.: Como Divine no, porque comer mierdas de perro no me gusta. (Ríe, refiriéndose al feroz final de la peli Pink Flamingos) Yo sé que es un referente que en los años 70 fue súper mega importante para el movimiento Drag, Travesti, Transformista. No me quiero comer mierdas de perro, por favor como Divine no. Rupol es maravillosa, ha conseguido cosas increíbles como Divine en su momento. Lo importante es que gracias a personas como ellas se han abierto puertas normalizando algo que antes se veía como un homosexual que quería vestirse de mujer para «mariconear», y no es así, esto es una arte como otro cualquiera.
C.G.: Yo creo que tu eres como ellos, un referente para estos chavales que hoy se presentan en el concurso de la gala Drag. ¿Qué le dirías sobre esta elección que han hecho para expresar su arte?
Ch.P.: Les diría que nunca pierdan la ilusión, pero que ser alguien se consigue con mucho trabajo, ensayo y dedicación. Sin trabajo no llega nada.
C.G.: ¿Sabías que el hijo del presidente de Argentina es transformista? De hecho es muy bueno en lo suyo y aunque hubo pequeños sectores que le criticaron el tema ya no llama la atención de nadie.
Ch.P.: Pues eso es una maravilla. Lo importante no es que lo normalice el presidente, sino todo el mundo. Lo mismo que si digo, yo soy música, yo soy bombero, soy drag, no pasa nada, normalizar la situación sin opinar sobre la persona. Cada uno hace lo que se le da la gana. ¿Qué más da si no hace más que expresarse?
C.G.: Hay Drags chicas. ¿Qué te parece?
Ch.P.: Me parece bien que lo hagan, es algo que está empezando. Al principio sólo eran Drag los chicos, pero como te digo no hay que poner etiquetas ni condicionamientos, todo es válido.
C.G.: ¿Has visto la cantidad de gente que te espera en la sala? Hay familias enteras, gente de todas las edades.
Ch.P.: ¡Si! Me gusta pero me voy a tener que controlar.
C.G.: Ya que has hablado de control con el público quiero contarte algo que te vi hacer en una de las primeras veces que te presentaste en Tomelloso, y luego te hago la última pregunta. Tu estabas metido en el personaje de Chumina, interactuando con el público con esa mente ágil y la lengua de daga que tienes, el público estaba a tus pies. De pronto surgió un chico del público que yo conozco que físicamente parece una persona normal, pero tiene un retraso significativo, comenzó a piropearte al borde del escenario y tu en dos preguntas le pillaste la esencia y lo trataste con una dulzura y un respeto que ha hecho que yo te admire desde ese día. Además de tener un corazón de oro, ¿Cómo se logra ese sexto sentido para la escena?
Ch.P.: Bueno, trabajar con el público los siete días de la semana lo que te da es la rapidez para poder darte cuenta de cualquier problema que pueda aparecer. Hay que saber recular para que la persona entienda que es una broma no es un ataque y reconducir el espectáculo. Mi trabajo tiene un gran margen de improvisación y allí no se bien con qué me voy a encontrar, yo salgo y no se quien hay en la platea. Que edad tiene o que humor tiene. Salir al escenario es siempre un reto, siempre siento nervios, mi mente va a estar cien por ciento en darlo todo pero también necesito la complicidad de ese público. Bueno chicos, el show me llama. Nos vemos en el escenario.
Suena el aplauso y así comienza esta gala que ojalá no deje nunca de crecer, grandes victorias en la conquista de la libertad de las personas, nacieron de la mano de estos valientes artistas en tacones. Muchas gracias toda la Secretaria de Festejos por hacer posible este evento con tanta calidad.
