Año 2062. El Ayuntamiento de la ciudad destina una cantidad del presupuesto municipal para adquirir nuevas piezas para la nueva y flamante sala multidimensional realizada al 100% con materiales ecológicos, y con la recién estrenada tecnología 13G del Museo del Carro. Este nuevo espacio se llamará «Tomelloso 5.0».
Todo esto, se realiza con el objetivo de exponer más piezas y seguir enriqueciendo la historia de este museo, que es la evolución de lo que fue un pueblo que se convirtió en una gran ciudad.
Entre los nuevos artículos, destaca un cartel luminoso de luz anaranjada que reza lo siguiente: -«Sala Beat» – Abierto todos los días since 1997-. Sí, es el mítico cartel del Beat, historia de la música rock y, como no, de la localidad. Tenía que estar expuesto en las paredes del museo para que tomelloseros y visitantes pudieran verlo y fotografiarlo, pues para más de una generación es un bien de interés local y muy apreciado.
Junto al luminoso, una holografía de un cantante muy conocido nos cuenta la historia de ese lugar. Además, mientras este ser virtual nos habla, en la pared se proyectan fotografías y videos del Beat entremezclados con unas palabras de Ricardo, su dueño y mentor, que grabaron en su día para conmemorar el 30º aniversario de la sala.
La pequeña representación acaba con la muestra de los carteles de los conciertos más importantes que albergó la sala. Entre los que ya han tenido oportunidad de visitarlo, y sobre todo en los lugareños más veteranos, es fácil escuchar lo siguiente: «mira, en ese concierto estuvimos nosotros, qué bien lo pasamos esa noche, ¿te acuerdas?», o «¡anda que no hemos echado allí cervezas!»
Para los turistas que visitan por primera vez suelo tomellosero, lo que más les llama la atención, sin duda, son los lugares por donde pasó la gira de los grupos, sobre todo internacionales. En muchos de ellos, Tomelloso se colaba entre las 3/4 ciudades más importantes del país, como son Madrid, Barcelona o Valencia. A lo que exclaman entre ellos: «algo debería tener este lugar para que estos grupos quisieran tocar allí»
Volviendo a la realidad, este es el Beat, el bar de Ricardo, un sitio auténtico de la noche tomellosera. Sus paredes, a base de carteles, son su emblema; la música, su distinción; todo un referente cultural a nivel local, nacional e internacional por sus conciertos, y cómo no, abierto todos los días. El Beat «luciendo», muy bien, desde 1997.
