La Junta directiva de la Hermandad de la Virgen de las Viñas de Tomelloso ha decidido anular la celebración de la Romería 2020.
Ante la declaración por parte del Gobierno de España del Estado de Alarma, que podría prorrogarse más días de los anunciados hasta hoy, se comunica esta evidente decisión subrayando que la celebración o suspensión de la Romería «no es lo importante en estos momentos». Una de las partidas de los gastos que estaban preparados se destinará de inmediato a ayudar a Cáritas y a la Residencia San Víctor de las Hermanitas de los Ancianos Desamparados en Tomelloso.
«La pandemia que sufrimos está dejando víctimas por todo el mundo y de manera muy significativa en nuestro pueblo. En concreto, la enfermedad que produce el coronavirus se está ensañando con la generación de hombres y mujeres que comenzaron a orar a la Virgen de las Viñas, aquellos primeros romeros cuya fe talló la imagen de la Virgen, aquellos tomelloseros que levantaron un santuario desde el que la Madre de Dios intercediera cada día por nuestra localidad. Por eso, pedimos a la Virgen especialmente por esta generación: que sea consuelo en el sufrimiento y salud de los enfermos, que sea instrumento para el encuentro con el Señor desde la intercesión que, como madre de misericordia, siempre nos ofrece la que es refugio de pecadores, consoladora de afligidos, el auxilio de los cristianos» indicaba la Junta directiva .
«Dios no se ha ido de nuestro pueblo. Cada día, los sacerdotes siguen celebrando la eucaristía en la que Cristo se sigue haciéndose presente en Tomelloso. Y todos nosotros rezamos unidos a pesar de la separación física» añadía la directiva.
Desde los comienzos de la historia de la cristiandad, una peregrinación es la búsqueda de un encuentro. Por eso, aunque «cancelamos la romería sabemos que, como miembros de la Iglesia, vivimos una peregrinación mayor, llena de sentido, que tiene como meta el encuentro con Dios y con los hermanos». La cancelación de la romería no impide la peregrinación interior; al contrario, la aviva en el silencio y en la oración.
«Somos Iglesia, el Cuerpo de Cristo que peregrina en los hospitales, ayudando a salvar vidas; en las residencias, cuidando a los ancianos; en Cáritas, atendiendo a los vulnerables; en la calle, garantizando la seguridad; en la familia, cuidando, abrazando, educando. Estamos presentes participando del esfuerzo diario de una sociedad que vive en la sorpresa y mira hacia atrás con nostalgia, ayudando a convertir esta situación en una oportunidad para que todos aprendamos a ser mejores. Sí, Jesús está presente aquí, en cada cireneo y en cada víctima, en cada soledad y compañía, en cada silencio y en cada palabra…».
El camino romero ha comenzado ya. Cada día la Virgen de las Viñas «nos escucha en el hogar, ve familias peregrinando hacia ella con su oración mientras nos muestra a su Hijo, que nos dice: «¿Por qué tenéis miedo? ¿Aún no tenéis fe?» (Mc 4, 40) Ella está en nuestros hogares, que hoy son su ermita, hoy es ella la que sostiene nuestros pasos, nos levanta, nos mece con su ánimo y nos dice: «Haced lo que Él os diga» (Jn 2,5). Ella es, más que nunca, la salud de los enfermos y la estrella de la mañana que nos indica la senda de la esperanza en medio de una tempestad donde la voz potente del Señor resuena diciéndonos: «¡No tengáis miedo!» (Mt 28, 5)» concluye el comunicado de la Junta directiva de la Hermandad de la Virgen de las Viñas de Tomelloso .