El presidente de Castilla-La Mancha, Emiliano García-Page, ha avanzado que acudirá a la conferencia de presidentes prevista para este viernes en La Rioja con dos objetivos, como son acordar con sus homólogos la optimización de «elementos de coordinación» en la toma de decisiones, y conseguir trasladar «serenidad» a la opinión pública pese a las circunstancias.
Durante el acto de inauguración de nuevo consultorio local de la localidad toledana de Yuncos, ha señalado al respecto de la necesidad de coordinar los mensajes en todas las autonomías que «el 90% de la realidad es compartida» en todas las regiones.
Por ese motivo, y «para no entrar en una carrera alocada» entre comunidades autónomas para ver quién toma decisiones más rápido, lo más fácil sería «hablarlas antes» en un foro como la conferencia de presidentes.
Como ejemplo, se ha referido a la medida adoptada por su Gobierno de pedir el número de teléfono para los usuarios de locales de hostelería de ocio nocturno, estrategia «fusilada» por la Comunidad de Madrid, de lo cual se alegra. «Pero debería haber un mecanismo de coordinación previa donde compartir los problemas antes de ponernos las medallas», ha explicado.
Sobre el segundo objetivo, ha insistido en la necesidad de trasladar «serenidad» a la ciudadanía y «fabricar responsabilidad, prudencia, pero también esperanza». Y todo ello con el escenario de que «hay que convivir con el virus hasta que haya vacuna o tratamiento».
«No todo está descontrolado y en otoño habrá perspectiva de solución médica», ha vaticinado el líder del Ejecutivo castellanomanchego, quien ha deseado que acudan sus 16 homólogos, también los presidentes vasco y catalán. «Tienen que normalizar una mesa de negociación y de debate que no sería completa si no estamos todos».