La portavoz del Gobierno de Castilla-La Mancha, Blanca Fernández, ha explicado este lunes que la vuelta presencial al trabajo de los empleados públicos de la región será «progresiva» y con todas las garantías «como no puede ser de otra manera». Es por ello que se han dispuesto mamparas allí donde son necesarias, así como hidrogeles en todos los despachos y acceso comunes de la Administración regional y cartelería informando de cuáles son las medidas de seguridad.
A preguntas de los medios, ha apuntado que en la medida en que los sectores económicos están pidiendo paulatinamente la vuelta a la normalidad, «es lógico pensar que las administraciones públicas estamos obligadas también a dar ejemplo».
En ese sentido, ha recordado, la Consejería de Hacienda y Administraciones Públicas dictó una instrucción para la incorporación de los empleados públicos de la Junta.
«Este proceso se caracteriza por que ante todo queremos preservar la salud de los trabajadores», ha dicho.
Además, para conciliar la vida laboral y profesional, se está facilitando ya el teletrabajo a aquellas personas que cuentan con cargas familiares, ya sean menores, mayores o personas de dependencia.
Igualmente, a aquellos trabajadores que cuentan con alguna patología que les haga ser más vulnerables frente al COVID-19 también se les está facilitando el teletrabajo y la no incorporación presencial a su puesto de trabajo.
Fernández ha indicado que la resolución de la Dirección General de Función Pública fue consultada con el Comité Sectorial de Seguridad y Salud Laboral de la Administración General que, según ha afirmado, fue convocado porque así lo pidieron los sindicatos.
Además, ha defendido, «todo el contenido de la resolución cuenta con el visto bueno de los técnicos de salud laboral de la Administración regional».