El presidente del Consejo General de Dentistas, Óscar Castro Reino, ha reclamado al Gobierno que decrete el cierre de las clínicas dentales dentro del estado de alarma por la pandemia del coronavirus, así como que les ayuden con medidas económicas como beneficios fiscales y expedientes de regulación temporal de empleo (ERTE) destinadas a paliar los perjuicios económicos a los que se enfrentan los dentistas.
El presidente detalla que el Gobierno y las CCAA están pidiendo a los dentistas que ceden sus equipos de protección individual (EPI), como mascarillas, a los profesionales de la sanidad pública que están en primera línea contra el coronavirus. «Estamos donando todo nuestro material de clínica, nos estamos desabasteciendo. Si no tenemos material, no podemos trabajar con seguridad. Entonces, lógicamente, limitamos nuestra actividad laboral», ha denunciado.
Castro Reino exige que se tomen «medidas concretas» al respecto: «No puede ser que se faciliten ERTE y exenciones a determinados grupos, y a nosotros, que permanecemos abiertos pero no estamos trabajando, estemos donando nuestros materiales a la sanidad pública», ha criticado, vaticinando un «descalabro económico» para las clínicas dentales, porque la «gran mayoría» son autónomos.
En otros casos, apunta que son trabajadores por cuenta ajena, a los que sus empresas están pidiendo que realicen tratamientos dentales con normalidad, pero con «acumulación de pacientes en las consultas», lo que supone una «alta exposición» al coronavirus no solo para los dentistas, sino también para el personal auxiliar y los propios pacientes. «Estamos altamente expuestos. Además de que estamos expuestos y carecemos del material, tenemos que cerrar la clínica sí o sí. Si nos piden el esfuerzo de donar material, que tomen medidas económicas para paliar el grave quebranto económico que nos va a suponer», ha reclamado.
En este sentido, advierte de la grave situación que podría suponer para los dentistas que ostentan una clínica dental si no se toman medidas específicas para ayudarles. «Sería el cierre de miles de clínicas y miles de profesionales se quedarían en la calle. La gente tiene que comer, pedimos ayudas como las grandes empresas, a las que les dan facilidades. Si seguimos pagando las nóminas y no tenemos ingresos, eso te aboca al cierre de las clínicas por no hacer frente a estos pagos», ha alertado.
SOLO ATENDER URGENCIAS
En la misma línea que otras organizaciones dentales internacionales como la Asociación Dental Americana, la Orden de Dentistas de Portugal, la Asociación Dental Francesa o la Asociación de Dentistas de Italia, entre otras, el Consejo General de Dentistas de España ha recomendado que, mientras dure el brote epidémico de coronavirus, solo se atienda a pacientes que tengan una «urgencia que no puede esperar», y siempre que el dentista «estime que cuenta con los medios necesarios para garantizar su salud y la del equipo dental».
Así, piden a los pacientes que no se presenten en las clínicas dentales sin llamar previamente por teléfono. En esta llamada, se le preguntará si presenta o ha presentado en los últimos 14 días alguno de los signos más habituales del coronavirus: tos, malestar o dolor muscular, dificultad (aunque sea leve) para respirar, fiebre o febrícula (temperatura por encima de 37.3 grados). Igualmente, aconsejan acudir solo a la clínica, salvo si se trata de un menor, en cuyo caso vendrá acompañado por una única persona autorizada.
Al llegar a la clínica, pedirán a los pacientes que se laven las manos o darán un gel alcohólico para desinfección durante 20 segundos. Los miembros de la clínica no le darán la mano para saludarle o despedirle. De la misma forma, la clínica hará «todo lo posible» que no coincidan con otro paciente en el mismo espacio. También recuerdan que, siempre que sea posible, se pague con tarjeta de débido o crédito, preferiblemente con tecnología sin contacto, para evitar el contacto con dinero en efectivo.