La Consejería de Sanidad de Castilla-La Mancha ha vuelto a modificar la normativa relativa a la celebración de ritos fúnebres durante la crisis sanitaria para hacer obligatorio en los mismos el uso de mascarillas.
Como más modificaciones, se delega en los ayuntamientos o empresas funerarias la labor de controlar el cumplimiento de normas sanitarias, garantizar que se respeta la distancia de dos metros y asegurarse de que los asistentes llevan la mascarilla.
También serán los encargados de prohibir la manipulación por parte de las visitas de elementos ornamentales de fosas y nichos tales como floreros, fotografías, esculturas u objetos similares.