Las comunidades de vecinos en Castilla-La Mancha están respetando las normas y directrices recomendadas por los colegios de administradores de fincas y las muestras de solidaridad y pacifismo han marcado la primera semana de aislamiento por la crisis sanitaria del Covid-19.
El presidente del Colegio de Administradores de Fincas de Toledo, Juan Ángel Gálvez, que aglutina entre 3.000 y 4.000 comunidades de vecinos, ha puesto en valor la ayuda mutua, salvo algún incidente excepcional, que es canalizado a través de un correo electrónico a la comunidad en cuestión, advirtiendo de que se están incumpliendo las normas.
Los conserjes están siendo pieza clave en las comunidades en esta provincia pues, además de acometer tareas de limpieza o estar al tanto de averías en los edificios, están ayudando a algunos vecinos –como personas mayores– a labores como tirar la basura, para evitar que salgan al exterior.
«Alguien tiene que estar pendiente de lo que pasa en los edificios», ha afirmado Gálvez, que ha precisado que en el caso de las averías son ellos los que atienden a los operarios o los que abren las zonas comunes de suministros, aunque siempre respetando las medidas de higiene y seguridad.
«Es muy importante que las casas estén operativas, siempre guardando las distancias con los vecinos», ha asegurado el presidente de los administradores toledanos, que ha precisado que las mascarillas, en algunos casos, son «las que se hacen cada uno», porque está resultando muy difícil suministrar este producto.
COLABORACIÓN DE LA GENTE JOVEN
De su parte, la presidenta del Colegio de Administradores de Fincas de Albacete y Cuenca, María Ángeles Simarro, que cuenta con unas 10.000 comunidades entre las dos provincias, ha destacado que los jóvenes también están ayudando a los vecinos que no pueden moverse de sus casas en tareas como hacer la compra o sacar la basura.
Además, en algunas comunidades, ha relatado Simarro, vecinos que trabajan en comercios están poniendo carteles ofreciéndose a traer alimentos u otros elementos de primera necesidad, aprovechando su desplazamiento laboral para ahorrar a sus compañeros de bloque que salgan de sus casas.
En cuanto a los conserjes, han visto reducido su horario para evitar un alto nivel de exposición al coronavirus, pero continúan en sus puestos de trabajo para atender desperfectos. Asimismo, la limpieza está siendo primordial en las comunidades, por ello los administradores se ponen en contacto con las empresas que se ocupan de esta labor para que cuenten «con todo lo que necesiten».
APORTACIONES DE LOS PRESIDENTES DE COMUNIDAD
De su parte, el presidente del Colegio de Administradores en Ciudad Real, José Cerros, órgano que recoge a unas 4.000 comunidades de vecinos, ha valorado que «la gente se está portando bien» salvo contados incumplimientos de las normas, por ejemplo, en las zonas comunes.
También, ha señalado la importancia de esta profesión como «enlace a los vecinos» en la resolución de incidencias y ha relatado como en algunos casos es el presidente o vicepresidente el que tiene que acudir a atenderlas.
«En una comunidad se descolgó una puerta de entrada, hemos llamado al cerrajero, pero tiene problemas en conseguir las piezas porque la cerrajería está cerrada, y ha tenido que bajar el presidente para que la puerta no se quitara del todo», ha puntualizado Cerros.