Carlos Berlanga es un tomellosero que, a su corta edad, ya ha hecho sus primeras aportaciones en el mundo de la investigación social. A sus 25 años, se ha formado en Enfermería en la Facultad de Albacete y ha estudiado el Máster de Urgencias y Emergencias. Posteriormente, se adentró en el mundo de la investigación con el Doctorado en Investigación Sociosanitaria y de la Actividad Física, perteneciente a la UCLM, y forma parte del equipo del Centro de Estudios Sociosanitarios (CESS).
Según nos ha contado nuestro paisano a enTomelloso.com, en este centro se estudian aspectos relacionados con el estilo de vida y la obesidad tanto a nivel infantil como en la edad adulta. Es aquí donde, en un equipo de 6 autores, ha trabajado en un estudio que demuestra la relación que existe entre la lactancia materna y la condición física en niños y adolescentes.
A través de un estudio que analiza a más de 16.000 niños y adolescentes entre 7 y 15 años, la investigación concluye que «la duración de la lactancia materna influye positivamente en la capacidad aeróbica de estos niños a largo plazo».
Cabe recordar que la condición física de las personas viene determinada por diferentes aspectos, como la flexibilidad, la fuerza, la velocidad o la capacidad aeróbica. Es precisamente en esta última en la que se centra el estudio, que demuestra que cuanto mayor es la duración de la lactancia materna en los primeros meses de vida de un bebé, mejor capacidad aeróbica demostrará durante su infancia y adolescencia.
Los bebés deben tomar leche durante más de 3 meses
Para la realización de este estudio, se ha trabajado con 16.000 madres y niños de diferentes países de Europa. De un total de 1.234 estudios recogidos, se han seleccionado 8 por mostrar la relación entre la lactancia materna y la capacidad aeróbica. «Cuantos más estudios se recogen, más evidencia hay», ha aclarado Berlanga.
Una vez recogidos los datos necesarios de estos estudios, un software estadístico ha revelado las diferencias entre los niños que nunca toman leche con aquellos que la han tomado durante menos de 3 meses, entre 3-6 meses y más de 6 meses.
De esta distinción han extraido un dato curioso: «no se encontraron diferencias entre los que no toman leche y los que toman durante menos de 3 meses», ha aseverado Berlanga, es decir, que para conseguir este efecto positivo en la condición física es necesario que el bebé tome leche durante un periodo superior a los 3 meses.
Además, el investigador ha querido dejar clara una evidencia: el estudio no afirma que la causa de tener una mejor capacidad aeróbica es la lactancia materna, sino que esta ayuda e influye positivamente en la misma, lo que significa que aumentan las posibilidades de tener una mejor capacidad aeróbica. «Si no, se daría leche a los adultos también», ha comentado Berlanga.
En España y en Castilla-La Mancha, se toma poca leche
Dentro del estudio, también se hace referencia a la poca leche materna que se consume en España. Según nos ha expuesto Berlanga, la OMS recomienda que durante los primeros 6 meses de vida, el bebé debe alimentarse solo de leche materna. Sin embargo, en un país como España, tan solo el 24.25% de los bebés han sido exclusivamente amamantados hasta los 6 meses, lo que significa que más de 6 de cada 10 niños se han alimentado con leche de fórmula.
En el caso de Castilla-La Mancha, esta realidad también se reproduce, puesto que afecta en el 24,75% de los niños, siendo un 56,27% quienes reciben leche artificial. Para Berlanga, se trata de datos muy bajos teniendo en cuenta que «es bien conocido los beneficios de la leche materna» y la divulgación que tiene.
En definitiva, es cierto que la elección sobre cómo alimentar a los hijos debe recaer en la propia familia, pero también es cierto que estos datos invitan a reflexionar sobre algunos de los beneficios que trae consigo una práctica tan antigua como es la lactancia materna.