La Mesa de las Cortes de Castilla-La Mancha aprobó este lunes por unanimidad la construcción de un monumento en el Convento de San Gil de Toledo, su sede, en memoria de las víctimas del COVID-19.
Así lo ha anunciado este martes el presidente de las Cortes, Pablo Bellido, durante una visita que ha realizado en la Plaza del Jardinillo de Guadalajara a Maricarmen, una de las 38 vendedoras de la provincia que ha vuelto a las calles tras el confinamiento para volver a vender cupones.
Fue este domingo cuando el presidente regional, Emiliano García-Page, desveló que le había trasladado a Bellido, como un «primer paso institucionalmente simbólico», la decisión de que las Cortes encarguen, para ubicarlo en su sede, un «monumento» que reconozca a todos los fallecidos como consecuencia de la pandemia y que «sirva de homenaje a la cantidad de gente que ha contribuido a salir de ello».
«La escultura está por definir», ha aclarado Bellido, quien ha anunciado que habrá conversaciones con el Ayuntamiento de Toledo «porque la ciudad es Patrimonio de la Humanidad y el Convento de San Gil es Bien de Interés Cultural (BIC)» y con la Viceconsejería de Cultura, para que «den asesoramiento» sobre un monumento que intentará resultar «del gusto del conjunto» y que supondrá «una muestra de cariño, solidaridad y duelo hacia las personas que han fallecido».