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Castilla-La Mancha abre la temporada de caza con un protocolo COVID-19 «para que la práctica cinegética sea segura»

El 8 de octubre se abre la veda para las especies de caza menor (mamíferos, aves no migratorias, aves migratorias no acuáticas, excepto tórtola común y codorniz); así como especies de caza mayor, como ciervo, gamo, muflón y jabalí. Y el 15 de octubre, se abre la veda para caza menor (aves migratorias acuáticas); y en caza mayor, la cabra montés

El Gobierno regional, a través de la Consejería de Desarrollo Sostenible, ha elaborado en colaboración con el sector cinegético de Castilla-La Mancha, un ‘Protocolo COVID-19 con recomendaciones y obligaciones de prevención e higiene para la actividad cinegética’, coincidiendo con el inicio de la temporada hábil general de caza el próximo día 8 de octubre para todos los que ejerzan la actividad los próximos meses “para crear un marco seguro desde el punto de vista sanitario”.

De esta forma, lo ha explicado el director general de Medio Natural y Biodiversidad, Félix Romero, destacando que este protocolo se ha enviado ya desde la Consejería a los cazadores vía SMS. “El protocolo es una iniciativa que ha sido bien recibido por el sector en el Consejo Regional de Caza que celebramos hace dos semanas”, pues como ha indicado el director general “desde el Gobierno regional creemos que la actividad cinegética requiere la máxima atención para que se pueda seguir ejerciendo con total seguridad, tanto para cazadores como para organizadores de las monterías”.

“Queremos que este protocolo sea una herramienta útil para la caza en estos tiempos de pandemia, ayudando a garantizar la práctica de una activad tan relevante desde el punto de vista social y económico en nuestra región”, ha señalado Romero. En este contexto, ha destacado que Castilla-La Mancha ha sido de las primeras comunidades autónomas que ha implantado esta iniciativa.

Félix Romero se ha referido a que estas obligaciones y recomendaciones van dirigidas a los cazadores en la práctica de las diferentes modalidades de caza que, de manera general, no implicará una actividad de riesgo por COVID-19, siempre que todos los que participen (cazadores, acompañantes, organizadores, rehaleros, personal auxiliar, etc) tomen las precauciones debidas “que seguimos toda la ciudadanía en nuestra vida diaria, con la distancia de seguridad de 1,5 metros, la mascarilla, el uso de geles hidroalcohólicos”, evitándose, eso sí, las actividades colectivas como la celebración del sorteo de puestos, desayunos, comidas o juntas de carne.

El protocolo se puede descargar en formato PDF y consultar en este en lace web: https://www.castillalamancha.es/sites/default/files/documentos/pdf/20200925/protocolo_covid_caza_clm_2020-2021_v3.pdf

Inicio del periodo de veda

El director general de Medio Natural y Biodiversidad ha explicado que, dentro de la normalidad, el 8 de octubre se abre la veda para las especies de caza menor (mamíferos, aves no migratorias, aves migratorias no acuáticas, excepto tórtola común y codorniz); así como especies de caza mayor, como ciervo, gamo, muflón y jabalí. Y el 15 de octubre, se abre para caza menor (aves migratorias acuáticas); y en caza mayor, la cabra montés.

“Un periodo muy importante para el desarrollo de la actividad en esta región y esperado por los cazadores” y que, “aunque este año se va a vivir de forma distinta, hay que pedir responsabilidad de todos los que se acerquen estos días a nuestro territorio para su práctica, por eso lo hemos enviado con carácter previo a los cazadores para que cuando se empiece la práctica ya todos conozcan las obligaciones y esperamos que se desarrolle con normalidad”, según ha puntalizado el director general.

Félix Romero también se ha referido a la importancia de la caza en el control de poblaciones cinegéticas y la puesta en valor de la biodiversidad asociada a los territorios donde esta tiene lugar. “Esta práctica como herramienta al servicio del equilibrio ecológico de las poblaciones cinegéticas y en aspectos tan sensibles como el control de epizootias, como la fiebre porcina africana, o en determinados daños la agricultura. Por todas estas razones la labor la actividad cinegética al servicio de la ecología es también muy importante en nuestra región, en armonía con la conservación del medio natural y de otras especies de fauna silvestre”, ha señalado.

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Actualmente existen en la región 5.871 terrenos cinegéticos, de los cuales 2 son cotos sociales sobre terrenos propiedad de la Junta de Comunidades y que han sido recuperados en esta legislatura: el de Cañadillas, en el término municipal de Sevilleja de la Jara, en la provincia de Toledo, con las especies cinegéticas ciervo y jabalí; y el de Cuarto Alarcón, en la provincia de Albacete, en el término municipal de Ayna, con las especies cinegéticas, ciervo, jabalí, cabra montés). Además de 120 zonas colectivas de caza.

En cuanto al número de licencias de caza, Castilla-La Mancha cuenta con 96.360 licencias expedidas: Albacete cuenta con 7.029, Ciudad Real con 11.343; Cuenca con 6.407; Guadalajara con 4.539; Toledo con 63.657 y de otras provincias 3.385. Toda la información sobre los periodos de caza en Castilla-La Mancha se puede encontrar en el siguiente enlace: https://www.castillalamancha.es/sites/default/files/documentos/pdf/20200714/folleto_caza_2020.pdf

Colaboración de los agentes medio ambientales y consejos antes de salir al campo

Por último, el director general se ha referido a que para realizar esta actividad cinegética con la debida normalidad se contará con el trabajo del Cuerpo de Agentes Medioambientales que velará para que la actividad cinegética se desarrolle de forma sostenible y atendiendo a las medidas de seguridad necesarias para evitar accidentes.

En este sentido, hay que recordar las siguientes recomendaciones: respetar lo estipulado en los planes de gestión cinegética, llevar consigo la documentación necesaria para cazar (documento de identidad, licencia de caza, seguro obligatorio, permiso de armas, etc.); respetar los caminos y vías de uso público, así como el resto de zonas de seguridad donde se prohíbe el uso de armas de fuego, para evitar posibles accidentes con el resto de usuarios del medio rural y natural.

En cacerías colectivas como ojeos, monterías o batidas, extremar las precauciones guardando las distancias de seguridad establecidas con el resto de cazadores y haciendo uso de prendas reflectantes de color naranja para facilitar la visibilidad; asegurarse de llevar un teléfono móvil con carga suficiente para poder contactar o pedir ayuda en caso de cualquier eventualidad; y, por útlimo, atender las indicaciones de los agentes de la autoridad para el correcto desarrollo de las jornadas cinegéticas.

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