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lunes, 23 diciembre
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Casi todos los neurólogos creen que sus pacientes con demencia han empeorado en el confinamiento

Dos estudios que se van a presentar -uno realizado en Madrid y otro en Castilla-La Mancha- apuntan a una mayor mortalidad

El 99 por ciento de los neurólogos españoles cree que el estado cognitivo y funcional de sus pacientes con demencia ha empeorado tras el confinamiento por el Covid-19, y un 55 por ciento piensa que es «mucho o muchísimo peor», según el informe ‘Situación de los pacientes con demencia tras el confinamiento por COVID-19’, presentado por la Sociedad Española de Neurología (SEN) durante la LXXII Reunión Anual de la SEN.

Además, este empeoramiento se va visto sobre todo reflejado en aquellos pacientes con demencia moderada (77%) o demencia leve (76%), frente a las personas que aún se encuentran en una fase de deterioro cognitivo leve (48%) o con una demencia grave (44,5%).

Y es que, el 96 por ciento de los neurólogos españoles considera que este empeoramiento se ha visto reflejado sobre todo en las personas que padecen demencia por enfermedad de Alzheimer, aunque también en pacientes con otro tipo de demencias, como la asociada a la enfermedad de Parkinson o por cuerpos de Lewy (casi un 64%, en ambos casos), o frontotemporal (más de un 61%).

Los pacientes con deterioro cognitivo también han empeorado a nivel conductual. De hecho, el 94 por ciento de los entrevistados ha constatado cambios en este ámbito y un 48 por ciento lo califican como mucho o muchísimo peor respecto a la situación previa al confinamiento. Del mismo modo, un 92 por ciento considera que la capacidad motora de sus pacientes, respecto a su movilidad previa, también ha empeorado.

Entre los síntomas conductuales que han aparecido con más frecuencia durante el confinamiento destacan la irritabilidad (casi un 69%), ansiedad (41%) o los trastornos del sueño (38,5%) y la agresividad (36%). Pero también otros como delirios (30%) o depresión (23%).

La gran mayoría de los neurólogos considera que este empeoramiento de los pacientes se ha debido principalmente a la interrupción de paseos y otras actividades físicas (93%), a la interrupción de las actividades de estimulación cognitiva (88%) y la pérdida de contacto familiar y social (85,5%) que ha generado el confinamiento.

«Además, el confinamiento también ha afectado a los cuidadores de los pacientes con demencia: el 75 por ciento de los neurólogos considera que han vivido su rol de cuidadores mucho o muchísimo peor durante estos meses. Y el confinamiento también ha podido acelerar la aparición de nuevos casos de procesos neurodegenerativos ya que un 60 por ciento de los neurólogos entrevistados considera que han aumentado los casos de nuevo diagnóstico de deterioro cognitivo durante los meses posteriores a marzo de 2020», ha comentado la vocal de la SEN, Silvia Gil.

IMPACTO DE LA PANDEMIA EN PACIENTES CON OTRAS ENFERMEDADES NEUROLÓGICAS

«Aunque el impacto que ha tenido la pandemia en los pacientes con demencia haya sido especialmente llamativo, también es algo que se ha podido observar en muchos de nuestros pacientes con otro tipo de enfermedades neurológica», ha detallado el presidente de la SEN, José Miguel Láinez.

Este es el caso de uno de los estudios que se van a mostrar, realizado en Cataluña durante el confinamiento, entre más de 300 personas con epilepsia, y en el que se muestra que casi el 30 por ciento de los pacientes reportaron un aumento de la frecuencia de sus crisis. Pero además, casi la mitad reconocieron haber estado más ansiosos o deprimidos y un 43 por ciento de pacientes admitió haber tenido problemas de sueño.

Otro estudio, también realizado en Cataluña, respecto a las Urgencias relacionadas con la epilepsia en los meses de febrero-mayo, apunta a que durante este período aumentó el número de personas que experimentó su primera crisis y a que los pacientes que acudieron con estado epiléptico tuvieron un peor pronóstico.

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Aunque aún es pronto para saber si estas circunstancias pueden haber dado lugar a un aumento de la morbimortalidad por ictus, dos estudios que se van a presentar en la reunión anual (uno realizado en Madrid y otro en Castilla-La Mancha) apuntan a una mayor mortalidad y a una mayor tasa de discapacidad entre los pacientes que sufrieron un ictus en este período.

Por otro lado, el Grupo de Estudio de Trastornos del Movimiento de la SEN presentó en septiembre un estudio realizado a 600 personas con Parkinson, en el que se señalaba que el 66 por ciento de los pacientes experimentó un empeoramiento de sus síntomas durante el confinamiento y que un 33 por ciento presentó problemas cognitivos y trastornos del comportamiento.

Asimismo, durante la reunión anual también se va a presentar otro estudio realizado en Madrid en pacientes con trastorno del movimiento funcional y pacientes con distonia: el 42,5 por ciento experimentó un empeoramiento de sus síntomas físicos y el 56 por ciento un empeoramiento de situación en general, relacionado significativamente con el aumento de ansiedad (66%), desánimo (59%) e insomnio (51%).

Igualmente, el Grupo de Estudio de Cefaleas de la SEN presentó ya un informe en el que se señalaba que el 46 por ciento de los neurólogos españoles apreciaron un empeoramiento de la situación clínica de los pacientes con cefalea evaluados durante la pandemia. En este sentido, un estudio realizado en Cataluña entre pacientes con cefalea en tratamiento con toxina botulínica que va a presentarse en la reunión anual, señala que en el 74 por ciento de los casos aumentó la frecuencia del dolor de cabeza y en el 47 por ciento la intensidad.

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Además, el 79 por ciento de los pacientes tenían la impresión de empeoramiento, lo que en el 75 por ciento de los casos les llevó a aumento del consumo de analgésicos. Y también sobre cefaleas se va a presentar un estudio realizado en Extremadura entre profesionales sanitarios, un 70 por ciento indicó un empeoramiento en su dolor de cabeza, tanto en intensidad, como en frecuencia.

En Galicia también se llevó a cabo un estudio para evaluar el impacto del estado de alarma en pacientes con esclerosis múltiple y, de acuerdo a los resultados que se van a presentar, un 46,5 por ciento refirió deterioro en su calidad de vida y un 24 por ciento y 19 por ciento, respectivamente, vio deteriorado su estado de ánimo y la fatiga.

Unas conclusiones similares a las que llegó otro estudio realizado en Andalucía en la que apuntarán que la afectación de la calidad de vida durante la cuarentena, en pacientes con esclerosis múltiple, se debe principalmente a problemas motores y se correlaciona directamente con el grado de discapacidad del paciente.

Dentro de las comunicaciones que presentará la Sociedad Española de Neurorrehabilitación también se incluye una realizada en Madrid en la que indican que la pandemia generó un retraso en la derivación a centros de neurorrehabilitación, destacando la mayor gravedad de los traslados y la posibilidad de que la modificación asistencial pueda influir en una peor recuperación funcional en el tiempo.

Algo que también apuntará otra comunicación procedente de miembros de la Sección de Neurofisioterapia de la SEN, en la que han constatado que el confinamiento ha provocado efectos físicos negativos en los pacientes neurológicos, así como una disminución de sus capacidades, principalmente rigideces articulares ante la espasticidad, incremento de la fatiga ante el esfuerzo y menor capacidad para desenvolverse.

«Los efectos del confinamiento durante la pandemia por Covid-19 también han producido afectaciones neurológicas en personas sanas. Durante la reunión anual se mostrarán algunos casos donde el sedentario, el exceso de actividad física, o posturas anómalas han derivado en eventos neurológicos que incluso han requerido ingreso hospitalario y asistencia médica», ha zanjado la vicepresidenta y responsable del Área Científica de la SEN, Cristina Íñiguez

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