El presidente de la Diputación de Ciudad Real, José Manuel Caballero, ha puesto de manifiesto en Toledo la necesidad de intervenir unidos, organizados y coordinados a todos los niveles en la lucha contra la despoblación y el despoblamiento. Caballero, que ha comparecido esta mañana en las Cortes Regionales en el marco de la Comisión no Permanente de Estudio para alcanzar un Pacto contra la Despoblación en Castilla-La Mancha, ha hecho especial hincapié en la necesidad de alcanzar pactos en todas y con todas las instituciones, incluso a nivel europeo, para conseguir retos y materializar propuestas que tienen que ver con que los ciudadanos se sientan atraídos hacia los pueblos y aldeas para vivir, trabajar y desarrollarse como personas.
Ha reconocido Caballero que pactar es difícil, pero ha pedido un esfuerzo, aludiendo expresamente al grupo popular de las Cortes Regionales, para radiografiar la situación y poner en marcha políticas que benefician a todos. «Busquen la fórmula de colaboración», ha dicho «porque es posible». Y ha recordado cómo en la Diputación de Ciudad Real se ha puesto en marcha un sistema de cogobierno, a raíz de la crisis sanitaria y económica que ha ocasionado la COVID-19, que ha permitido impulsar el Plan Activa Ciudad Real, que moviliza más de 200 millones de euros hasta el próximo 31 de diciembre.
Ha comentado, igualmente, que el fenómeno de la despoblación no es nuevo, sino que se viene percibiendo desde hace décadas por su carácter endémico en muchas partes de España y de Europa. Y ha recordado que en el anterior mandato la Diputacion de Ciudad Real promovió el primer estudio que se ha hecho en España sobre la incidencia de la despoblación y el despoblamiento en la provincia y sus causas.
Desde el principio, según ha dicho, tuvieron claro que había que abordar esta problemática con rigor. De ahí que el estudio se haya realizado contando con la Universidad de Castilla-La Mancha. En concreto, ha corrido a cargo de los profesores Francisco Ruiz y Ángel Ruiz Pulpón. Ambos han hecho la primera y más profunda aproximación que se ha realizado en el ámbito de la provincia de Ciudad Real en cuanto a despoblamiento. Se trata de un documento vivo porque continuamente se están recibiendo datos y se producen actualizaciones.
En este sentido, Caballero ha anunciado un convenio con la UCLM que permitirá desarrollar un cuadro de mando mediante una aplicación que permite conocer la evolución de la despoblación en nuestro territorio. El fenómeno es cambiante, por lo que constituye una valiosa herramienta que debería ser aprovechada también en otros ámbitos como el regional y el nacional, porque cruza millones de datos, utiliza inteligencia artificial y big data.
Entre los numerosos datos que ha proporcionado a la comisión sobre población desde 1900 a nuestros días en la provincia de Ciudad Real hay que destacar que el se alcanzó el máximo de 588.000 habitantes en 1964, cifra récord nunca antes ni después conseguida. Y en los 40 años que llevamos de democracia sólo 12 hemos estado por encima de los 500.000 gracias en buena parte, desde 2006 a 2010, al elevado índice de natalidad habido entre la población inmigrante. Ha recordado, asimismo, que, a pesar de ello, los 494.198 habitantes registrados enero 2019 tuvieron un efecto institucional porque la Diputación bajó de 27 a 25 diputados y diputadas y se produjo un cierto espasmo mediático e informativo.
Ha añadido que el estudio de la evolución demográfica revela que la despoblación es un problema fundamental que no es sólo consecuencia de factores económicos sino también de tipo social, cultural y biológico. Se ha constatado que mueren más personas que nacen y que se va a la ciudad también quien tiene trabajos razonables y bien remunerados, buscando además de mejores servicios esenciales como los sanitarios, más posibilidades de ocio y de cultura.
Es importante para Caballero, que gobierna en la decimosegunda provincia con menos habitantes de España y que acredita una densidad de 25 habitantes por kilómetro cuadrado, saber que la gente no sólo se va de los pueblos porque no tiene trabajo, sobre todo porque eso permitirá poner en marcha políticas más acertadas en un momento en el que las previsiones apuntan a que se va a seguir perdiendo población.
Caballero insiste en que hay que invertir para que eso no ocurra. Y se ha referido a la necesidad de garantizar la igualdad de oportunidades para que nadie se vaya y los que se han ido quieran volver. Ha afirmado que hay que premiar de manera expresa a quien viva en el mundo rural desde el punto de vista fiscal, así como a los pensionistas que se quedan en los pueblos. Se tiene que establecer una línea de apoyo institucional en cascada, desde la Unión Europea hasta las Diputaciones y ayuntamientos, pasando por las comunidades autónomas y el Estado.
Ha hablado, asimismo, de formación especializada en el mundo rural de manera que se puedan explotar potencialidades como la logística, en una provincia como Ciudad Real, que tiene una ubicación geográfica privilegiada. Ha recordado que ahora te llevan todo a casa y el transporte tiene que ser sostenible. También ha hecho referencia a que hay que hacer las comunicaciones más seguras y mejores, porque hoy la distancia se mide en tiempo y no en kilómetros, para que desde los pueblos se acceda de forma rápida a las localidades de referencia como usuarios de los sistemas sanitarios y educativos, así como de la cultura y el ocio. Se trata de «dar una vuelta radical al transporte y a la movilidad en las zonas rurales», ha comentado para centrar a continuación su intervención en resaltar que la crisis sanitaria ha situado al medio rural como una posibilidad muy a tener en cuenta para disfrutar haciendo turismo seguro.
Asimismo, ha remarcado que la COVID-19 ha puesto de manifiesto las grandes ventajas que ofrece el teletrabajo. Ha afirmado que en la Diputación ha funcionado muy bien y que se está desarrollando una experiencia piloto hasta el próximo 31 de diciembre. Cree que el modelo es exportable a los ayuntamientos, aunque para ello es necesario que haya buenas redes de acceso a internet.
Por eso la Diputación ha promovido la instalación de 550 puntos de inclusión digital con 1.500 ordenadores y la contratación de monitores por parte de los consistorios para que ayuden a los vecinos y vecinas a obtener el certificado electrónico. El objetivo es que el 50 por ciento de los ciudadrealeños mayores de 18 años lo tengan y puedan hacer cualquier trámite desde su casa sin necesidad de trasladarse a las ciudades. Se trata de apostar por la sostenibilidad evitando desplazamientos y de romper la brecha digital.
«Para nosotros este reto es muy importante, un salto que nos parece de gigantes y que nos sitúa en un plano distinto respecto a las posibilides que tiene la tecnología en el territorio, cosas pequeñas pero que llevan a conseguir el objetivo de hacer la gente más feliz, que es por lo que trabajamos y estamos en política», ha concluido.