Me alegra que el Partido Popular de la Diputación de Toledo haya anunciado por prensa que se suma a la denuncia de Ciudadanos de octubre, cuando acusamos al Gobierno de la institución provincial de no haber convocado el pleno ordinario mensual que marca la ley, pero se quedan en las palabras y no en los hechos. Y es que no tenemos noticias de nuestra propuesta que entonces hicimos al PP de solicitar un pleno para que el Gobierno rindiese cuentas sobre la gestión del COVID en la provincia de Toledo. Se trata de una oportunidad perdida de ser útiles en estos momentos difíciles.
Un viejo amigo que sabe mucho de cómo se mueven los entresijos de la política toledana, me dice que “el problema de esta situación en la Diputación no es el Gobierno, que también, sino la oposición que le deja actuar así”. Viendo cómo actúa el principal partido de la oposición, no le falta razón.
Por mi parte, no ha sido la primera vez que he denunciado al equipo de Álvaro Gutiérrez por esas prácticas antidemocráticas. Mes tras mes, con contadísimas excepciones, se ha limitado a convocar las comisiones y los plenos justos, con un orden del día ridículo y una duración de apenas cinco minutos. Mi sospecha entonces se centraba en que parecía que sólo se hacía uso de estos órganos internos de la Diputación para dar cuenta de lo estrictamente necesario y asegurarse el cobro de las dietas por parte de los diputados no liberados.
Como sé que esta acusación de los 700 euros mensuales de las dietas para los diputados escuece a los beneficiarios, en su mayoría del propio PP. Insisto en mi argumento, que he defendido desde que llegué a esta casa: el problema no es que un político cobre, faltaría más. Ahora bien, si el modo para justificar esa cantidad, que les llega a la cuenta corriente procedente de la Diputación, es por asistencia a un pleno o a una comisión, va siendo hora de que llenemos ambas sesiones de contenido. Aunque sea por vergüenza. Pero este debate no acaba ahí, porque el Tribunal de Cuentas sacó un informe (Nº 1.382), que se hizo público en julio, que decía al respecto: “Estableciéndose como único requisito para su cobro la asistencia a una sola de las sesiones de cada mes, no considerándose adecuado dicho criterio por no responder a los importes abonados”.
Pero volvamos al presente y a la última denuncia que hice al equipo de Gobierno por no convocar el pleno de octubre. Hasta me olvido de ese afán que tiene de quitarnos la voz a la oposición y de privarnos del debate, cuando solo representamos a nuestros votantes. Porque estamos en medio de una pandemia y esto no va de quedarnos en la burbuja de la institución provincial. Los toledanos nos piden soluciones, medidas de apoyo a la situación de agobio que les está generando el coronavirus. Desde el grupo de Ciudadanos hemos registrado propuestas para nuestros autónomos, para nuestros paisanos que no pueden pagar los recibos o para aquellos que están sufriendo el fenómeno de la ocupación, así como preguntas para conocer la situación en la Residencia Social Asistida ‘San José’ o respecto a las ayudas que han sido anunciadas desde el Gobierno, pero que no se han podido ejecutar por los tiempos tan cambiantes que nos está tocando vivir, aunque siguen esperando en un cajón.
Mi compromiso como diputado provincial no me dejaba quedarme quieto ante este atropello de evitar debatir y aprobar este tipo de propuestas sensatas y necesarias, cuando desde el gobierno socialista no se ha anunciado ninguna medida exclusiva de la Diputación contra el COVID. Y hace unos días ofrecí una solución al Partido Popular para desatascar esta situación, tal y como nos permite la ley. Si el 25% de los diputados exigimos un pleno en el que, por ejemplo, el equipo de Gobierno rinda cuentas acerca de qué es lo que ha hecho y qué tiene previsto hacer para ayudar a los toledanos a enfrentarse a esta pandemia, habremos dado un paso para ser útiles hacia aquellos que votaron por nuestras siglas. Y para llegar a ese porcentaje hace falta que el PP se mueva. Pero han decidido quedarse sólo en la queja, dejando como oportunidad perdida nuestra mano tendida para ser útiles a los toledanos.
Los ciudadanos no quieren políticos que les den problemas, sino que les den soluciones. Si la oposición en la Diputación no da un paso adelante y exige con eficacia responsabilidades al Gobierno del PSOE, seremos tan cómplices como ellos de esa falta de soluciones en estos tiempos de pandemia. Unos por incomparecencia y otros por incompetencia. Al final, lamentablemente, va a tener razón mi viejo amigo.