El presidente de Castilla-La Mancha, Emiliano García-Page, ha alabado este jueves la «extraordinaria entereza» del jefe del Ejecutivo, Pedro Sánchez, después de «lo que ha soportado» en las negociaciones con ERC para la investidura.
En este sentido, García-Page ha defendido que el PSOE no está «en este escenario» porque haya querido, sino porque había que «desbloquear la situación del país». «Buscábamos otra solvencia, incluso el no tener socios. Creo que, en el momento actual, la posición tiene que ser la de cualquier español de bien: aportar soluciones constructivas», ha añadido.
Eso sí, para el presidente de Castilla-La Mancha «los límites» en que los socialistas se mueven «son muy deslizantes». «Todos sabemos que en cualquier momento se puede romper la situación», ha avisado, aunque ha pedido «margen» para Sánchez.
Todo esto no habría ocurrido, según ha apuntado García-Page, si el Partido Popular no se hubiese «equivocado». A su juicio, la formación de Pablo Casado ha perdido «una ocasión extraordinaria para estar a la altura de la exigencia del país» apoyando la investidura del socialista.
«En la misma medida que tienen intranquilidad de conciencia por no haber apoyado el desbloqueo en la única persona que era Pedro Sánchez, va a dar gritos y hacer algaradas», ha sostenido.
Con todo, García-Page se ha mostrado «preocupado» por la ruptura de «todos los puentes» entre el PSOE y el PP. «Es lo que más me duele. Voy a trabajar por reconstruir algún puente entre partidos constitucionalistas, porque puede suponer un plan B ante el exceso de exigencias por parte del independentismo», ha remarcado.