El Gobierno de Castilla-La Mancha, tras las protestas de los agricultores y ganaderos de la región este martes en Toledo, ha abogado por la agrupación de productores como estrategia a seguir en un mundo globalizado en el que la comercialización «está en manos de muy pocos» y la producción «en manos de muchísimos».
Así ha reaccionado este miércoles la portavoz del Ejecutivo regional, Blanca Fernández, a preguntas de los medios en la rueda de prensa para dar cuenta de los acuerdos aprobados en el Consejo de Gobierno.
«A cuenta de las manifestaciones de ayer no nos hemos caído del caballo y no nos hemos dado cuenta de una realidad que ya veníamos constatando desde hace mucho tiempo y es que el mercado en el que se venden los productos agrarios es un mercado globalizado que es vulnerable permanentemente a decisiones políticas como los aranceles de Trump, el Brexit o el conflicto comercial entre EEUU y China».
Una situación que es competencia de la Unión Europea, ha dicho, un marco en el que el Gobierno de Castilla-La Mancha tiene claro que la Política Agraria Comunitaria no debe venir acompañada de recortes y sí debe venir acompañada de «un buen» presupuesto y de instrumentos de mercado útiles para situaciones de crisis especulativas o de caídas de precios por circunstancias diversas en el sector.