El vicepresidente del Gobierno de Castilla-La Mancha, José Luis Martínez Guijarro, ha avisado de que el Consejo de Gobierno que se celebrará el próximo lunes podría tomar medidas de endurecimiento de cara a la celebración de la Navidad, en función de la evolución de los datos de contagios por COVID-19, toda vez que se han incrementado las cifras y están siendo «preocupantes».
Así lo ha indicado el vicepresidente castellanomanchego, preguntado por los medios, sobre ese posible cambio en las medidas, antes de participar en Toledo en el acto de reconocimiento del Gobierno regional al cuerpo de Agentes Medioambientales por el 20 aniversario de la aprobación de su reglamento.
«Estaremos muy vigilantes de la evolución de los datos en los próximos días. Ya lo dijimos, sí había empeoramiento de la situación no descartamos endurecer las medidas planteadas para la Navidad. A ver cómo evoluciona este fin de semana y el martes el Consejo de Gobierno tomará una decisión con suficiente tiempo de antelación», ha insistido Martínez Guijarro.
«Los datos están siendo preocupantes a causa de la celebración de carácter comercial y los puentes, que han hecho aumentar en Castilla-La Mancha los datos. Habrá que ver la evolución y los planteamientos que hagan los técnicos sanitarios», ha proseguido advirtiendo Martínez Guijarro, que ha defendido que «lo prioritario» es la salud del conjunto de la ciudadanía.
«Nos gustaría que fuese una celebración lo más normal dentro de la situación actual, pero lo importante es pensar en la salud del conjunto de la sociedad», ha concluido.
Fue este miércoles cuando el Diario Oficial de Castilla-La Mancha publicaba el decreto con las restricciones adoptadas por el Gobierno regional de cara a la Navidad que, entre otras cuestiones, permitía retrasar las noches del 24 al 25 de diciembre de 2020 y del 31 de diciembre de 2020 al 1 de enero de 2021 la hora de comienzo del toque de queda hasta la 1.30 horas, únicamente para permitir el regreso al domicilio.
En cuanto a la limitación de la entrada y salida en la Comunidad Autónoma de Castilla-La Mancha, se excepcionaba entre el 23 de diciembre de 2020 y el 6 de enero de 2021 para los desplazamientos a territorios que sean lugar de residencia habitual de familiares o personas allegadas de quienes se desplacen, cumpliéndose en todo momento los límites a la permanencia de grupos de personas que sean aplicables. No obstante, el Ejecutivo autonómico recomendaba evitar o reducir la movilidad geográfica lo máximo posible.
En función de ese decreto, se permitía también que las personas mayores que viven en residencias de Castilla-La Mancha puedan salir de ellas para pasar las fechas navideñas con sus familiares, concretamente entre el 23 y el 31 de diciembre, siempre que se cumplan una serie de requisitos, como que los propios centros estén libres de COVID-19 y estas personas no tengan sintomatología compatible con el coronavirus.