La portavoz de Cs, Carmen Picazo, ha contactado con el presidente del PP, Paco Núñez, y con sindicatos, patronal y el rector de la UCLM, Miguel Ángel Collado, además de entidades sociales, para diseñar un gran pacto «sanitario, económico y social».
Según explica Picazo en redes sociales, esta misma propuesta se elevó al Gobierno autonómico el pasado jueves, pero «pese a la emergencia, todavía no ha dado ninguna respuesta».
«Ante esta falta de reacción, tenemos la obligación moral de tomar la iniciativa. No hay tiempo que perder. Debemos estar a la altura de un desafío sin precedentes todos. Solo desde el consenso podremos superar la crisis», asegura Picazo.
Expresamente, Cs quiere un gran acuerdo entre «fuerzas políticas, agentes sociales, expertos y representantes de la UCLM para plasmar en un plan consensuado y moderado que afronte, desde la sensatez, una salida sanitaria a la crisis en primer lugar, y económica inmediatamente después».
Este pacto tiene el objetivo de «consensuar de manera urgente una salida a la crisis sanitaria y socioeconómica, por lo que no hay tiempo que perder».
«Necesitamos el compromiso del Gobierno para celebrar inmediatamente una reunión y establecer un calendario real y realista. No es momento de retórica, sólo es momento de hechos».
El pacto «debe pasar por consensuar una modificación del presupuesto de 2020 y elaborar un presupuesto para 2021 que esté centrado en reconstruir la sanidad y nuestro tejido social y empresarial».
TRES PILARES
La idea de Cs pasa por un plan urgente para salvar vidas y «asegurar el suministro urgente y generalizado de equipamiento sanitario y elementos de protección para los sanitarios, públicos y privados, el conjunto de los trabajadores y la población en general, definiendo el stock mínimo de seguridad de cada una de las referencias de estos equipos, teniendo en cuenta los tiempos de reposición que marquen los diferentes proveedores, con el consumo estimado».
Propone también «asegurar la compra y realización de test en un número no inferior al 70% de la población regional. Igualmente, plantea marcar zonas de alto riesgo de contagio, frente a otras zonas, y canalizar mejor la ayuda sobre las mismas.
La formación naranja quiere reforzar las medidas de aislamiento aumentando los controles de desplazamientos dentro de Castilla-La Mancha con un alto número de segundas residencias en pueblos de las provincias, así como prestar una especial vigilancia a la permeabilidad con otras comunidades.
Añade a sus sugerencias finalizar urgentemente los hospitales de Albacete, Cuenca, Guadalajara, Puertollano y Toledo, así como el resto de las infraestructuras sanitarias en curso, con el objeto de poder hacer frente con mejores medios a posibles rebrotes del virus.
PREVISIÓN DE REBOTES DEL VIRUS
Apoyo a la investigación, un sistema de previsión de posibles rebrotes del virus, despolitizar la gestión sanitaria, un plan de salida del confinamiento y de reactivación de la economía, y ayudas directas a autónomos y pymes entran en esta propuesta naranja.
Añade reorientar el Plan Adelante a paliar los efectos de la crisis en el tejido empresarial de Castilla-La Mancha; planes de impulso para el retorno a la actividad y planes sectoriales específicos para los sectores más castigados; y ayudas a pymes y autónomos para la innovación y digitalización de sus actividades.
Del mismo modo, quiere un plan social para proteger a las familias ante las consecuencias socioeconómicas de la crisis para que «nadie se quede atrás»; reordenar la red de residencias de la tercera edad con un cambio de modelo donde la presencia de medios humanos y materiales sean las adecuadas para un correcto trato a los mayores; o crear una línea especial de subvenciones para ayuntamientos con el objeto de paliar el exceso de gasto sufrido con motivo de la epidemia.
