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domingo, 22 diciembre
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Cogolludo recuperará cepas autóctonas anteriores a la plaga de filoxera más de un siglo después

Se pone en marcha el proyecto de recuperación de una uva autóctona que se pensaba perdida en la villa

La localidad de Cogolludo recuperará cepas autóctonas anteriores a la plaga de filoxera gracias a la adquisición de un antiguo viñedo por parte del empresario Yñigo Míguez, que comienza así su proyecto de recuperación de una uva autóctona que se pensaba perdida en la villa.

Hace varios años, este gerente de la empresa Bodegas Castillos y Vinos adquirió el Convento de los Carmelitas Descalzos de Cogolludo, edificio singular del siglo XVI que fue referente en la elaboración de vino en la época, con el fin de devolverle su antigua actividad como bodega.

En una primera fase se restauró el edificio, que contaba con bodega y almazara propias y, en la segunda, ha devuelto la vida a este espacio, poniendo en marcha, entre otras cosas, actividades relacionadas con la producción vitivinícola que están ayudando a impulsar el turismo y la economía de la comarca, ha informado el Ayuntamiento en nota de prensa.

Dentro de este proyecto de recuperación de una actividad históricamente vinculada con la villa serrana, como es la producción de vinos de calidad, el empresario, con la colaboración del Ayuntamiento de Cogolludo ha investigado sobre las viñas del término municipal con la pretensión de recuperar las uvas autóctonas, que se perdieron hace ahora cien años a causa de la filoxera.

Gracias a esta colaboración, Yñigo ha podido adquirir un antiguo viñedo en el que se han encontrado cepas que resistieron a la enfermedad, donde comenzará ya en la presente añada los trabajos de recuperación de las mismas.

Una vez se limpie y labre el terreno en el que se encuentra la viña, se tomarán muestras de las cepas para realizar exámenes de ADN de las plantas. Con estas muestras, Yñigo determinará el tipo de uva que podrían producir.

GARNACHA Y ALBILLO EN SUS DIFERENTES VARIEDADES

«Se sabe que en esta zona, las uvas que se solían cultivar eran garnacha y albillo, en sus distintas variedades, pero hay que estudiar cada planta para asegurar a que especie pertenecen», afirma el bilbaíno.

La intención ahora es sacar esquejes para replantar, y el siguiente paso será, cuando llegue el tiempo propicio en marzo, hacer una poda exhaustiva.

«Mi objetivo es tener la primera producción de vino, con marca registrada ‘Convento de Cogolludo-Viñas Viejas Prefiloxéricas’, con uvas autóctonas en pocos años», añade Míguez.

El vino con estas uvas se elaboraría y envejecería en las instalaciones de la cueva del Convento de Cogolludo, ya recuperada, y que, según se ha podido comprobar en los meses que lleva restaurada, conserva constantes, durante todo el año, gracias a la ventilación natural, las condiciones de humedad, del 85%, y temperatura, a 12 grados centígrados.

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