La Dirección General de Transportes y Movilidad de la Junta ha emitido, a petición de la Federación Regional del Taxi (Fretcam), un informe sobre la evolución de la demanda en los servicios de transporte público de viajeros en vehículos auto-taxi en Castilla-La Mancha de marzo a mayo de 2019, como consecuencia de la situación de emergencia ocasionada por el COVID-19, que indica que los servicios prestados por el sector cayeron en ese periodo en torno al 90 por ciento.
Este informe viene a ratificar oficialmente la situación tan grave que ha padecido y que sigue padeciendo el taxi castellanomanchego, señala la patronal, que añade que la finalización del estado de alarma no ha venido acompañada de la recuperación económica porque la actividad no se ha recuperado aún y, en el mejor de los casos, es de un 50 por ciento, ha informado Fretcam en nota de prensa.
«Las dificultades para acceder a las distintas subvenciones, la exclusión del sector en otras y la falta de ayudas directas, no hace más que acrecentar la asfixia y el desaliento del colectivo», subraya, para esperar que este informe le sirva a la propia Junta de Comunidades para tomar medidas que sirvan para mantener y revitalizar el servicio de taxi en nuestra región.
Fretcam quiere recordar que el taxista siempre estuvo ahí durante la pandemia para dar servicio a quien lo necesitara, anteponiendo su seguridad y la de los suyos a su fuerte convencimiento de servicio público. «Nos ofrecimos desde el inicio de la misma para trasladar al personal sanitario, si lo creían oportuno, y la mayoría de taxistas se ha ofrecido a sus ayuntamientos para las tareas que creyeran oportunas».
«En definitiva, los taxistas de esta región han estado donde siempre al lado de los ciudadanos. En estos momentos, más que nunca, este colectivo necesita que la ciudadanía y las administraciones sigan creyendo y apostando por el transporte de viajeros más seguro, antes, ahora y siempre, el Taxi», concluye.