La Evaluación para el Acceso a la Universidad (EvAU) de este curso será muy especial por muchas razones. En primer lugar, por las fechas, del 6 al 8 de julio, pero también porque tras un curso marcado por una primavera de confinamiento y clases online, serán muchas las precauciones y las normas de seguridad que ha tomado la Universidad de Castilla-La Mancha.
Aunque hay muchas cosas que cambian, lo esencial permanece. Es un examen que da acceso a la Universidad y para los estudiantes que se presentan una calificación u otra puede marcar para siempre su futuro profesional. Mirando la selectividad, como popularmente se la sigue conociendo, desde el punto de vista más académico hablamos con Eugenio Cortés, profesor de Literatura y Cultura Inglesa y su Didáctica, que será el presidente de uno de los tribunales de la EvAU en el campus de Cuenca.
¿Qué encontrarán diferente los estudiantes que realicen la EvAU este curso?
R.- Quizá será la cuestión de la seguridad, debido a la situación que estamos viviendo no sólo a escala nacional y regional, sino también a escala mundial. Por ello, los protocolos de seguridad serán muy rigurosos para evitar cualquier tipo de riesgo sanitario. Se tomarán todas las precauciones que sean necesarias para que el alumnado, aparte de aprobar e ingresar en la universidad, corra los menores riesgos posibles.
¿Ha sido complicado el proceso de adaptación a esta situación tan especial?
R.- Ha hecho falta una coordinación muy estrecha entre la Universidad y las instituciones públicas. En ese sentido, dentro de lo académico que es lo que me compete más de cerca, es muy importante reconocer el papel que ha desempeñado el personal de administración y servicios, así como el sector de los estudiantes e incluso el sector docente e investigador. Durante estos meses, todos hemos hecho una labor inmensa, realizando un gran esfuerzo que ha sacado lo mejor de todos nosotros. Ha sacado a relucir la cara humana que existe detrás de lo académico. Esto es lo que ha posibilitado que, de momento, se haya podido vencer y hayamos podido llegar a la situación en la que estamos y en la que se podrá realizar la EvAU de manera presencial.
Este curso se celebra la selectividad casi con un mes de retraso, ¿esto favorece o perjudica a los participantes?
R.- Se puede ver desde varios puntos de vista. Desde el punto de vista del estudiante es mucho mejor porque ha tenido más tiempo para poder estudiar y prepararse las pruebas. Desde el punto de vista del profesor también, porque ha dado tiempo a organizar unas medidas de prevención efectivas para poder minimizar cualquier riesgo. Ha dado tiempo a preparar y a saber lo que queremos, lo que no queremos y a organizar estrictamente los protocolos de seguridad para que se celebre esta EvAU 2020.
¿Ha habido modificaciones también en el calendario de las pruebas?
R.- Así es. Habrá tres días de pruebas cuando siempre han sido dos días y medio. También se ha organizado un itinerario de «Humanidades, Ciencias Sociales y Artes» frente a otro de «Ciencias», en aras de la seguridad de todos. Al trabajar en la distribución de las aulas, he podido comprobar cómo algunas que tenían capacidad para 200 personas, ahora son para sólo pueden acoger a 45 estudiantes. En función de ello, hemos tenido que establecer más turnos y más horas, para mejorar el bienestar y la seguridad del estudiante, del personal de administración y servicios y del profesorado.
Desde el punto de vista académico, ¿las pruebas serán similares?
Es todo idéntico. Los exámenes son idénticos y las materias son las mismas. Lo único que cambia es el espacio, el tiempo y la seguridad. Tan sólo han sido estos tres parámetros los que se han alterado: el espacio, en el sentido de que los alumnos estarán más separados en aulas; el tiempo, porque se han organizado varios turnos en las materias troncales; y la seguridad, cuyas medidas se han aumentado para evitar posibles contagios. Otra cosa son los nervios, que no los podemos evitar. Todos hemos pasado por la selectividad en nuestro momento y todo el mundo, por muy bien que vaya, siempre le parece que va mal preparado. Pero desde el punto de vista del protocolo y de la seguridad, sí podemos estar muy tranquilos porque la UCLM, en colaboración con la Junta de Comunidades y el Gobierno de España, ha conseguido que estos protocolos sean muy estrictos, para que el alumno se sienta seguro a la hora de poder realizar estas pruebas.
Visto lo especial de este curso ¿qué resultados se esperan?
R.- Por lo que estoy viendo en los cursos de grado y de máster es que han sido cursos excepcionales. Creo que se ha tomado una conciencia especial de lo que es la universidad, de lo que es el estudio y de lo que es una carrera universitaria. Cuando hemos convocado reuniones online por medio de Microsoft Teams o de otras plataformas, todo el mundo acudía. Como estudiantes, sabemos que siempre a la hora de entrar en clase, siempre hemos tenido la tentación de la cafetería, del parque, o de cualquier cosa. Sin embargo, durante este curso la asistencia era masiva. Por lo general, los resultados de todos los cursos de grado y de máster han sido bastante buenos. Hemos observado un aumento del compromiso y de la vertiente humana por parte de todos.
En tu experiencia como presidente de tribunal en la EvAU que ha visto a muchos alumnos pasar, ¿qué consejo de última hora les darías?
R: Yo daría dos consejos. El primero, que el examen de la EVAU es un examen de madurez, más que un examen de preguntas. Es un examen que uno también lleva preparando de manera inconsciente a lo largo de todo el bachillerato y secundaria. Es decir, es un examen de evolución. Por supuesto, después hay que prepararse las materias concretas para dar el último “do” de pecho. Pero pedimos al estudiante que venga tranquilo, porque el examen va a ser similar al de todos estos años. En segundo lugar, lo que sí que les pedimos encarecidamente es que sigan a rajatabla los protocolos de seguridad que hemos organizado y establecido. Que no estén en los pasillos, que siempre vayan cubiertos por la mascarilla, que por favor no se reúnan, que mantengan la distancia de seguridad, etcétera. Por el bien de ellos y por el bien de todos, porque cualquier alteración del protocolo de seguridad altera el desarrollo óptimo de la parte académica. La seguridad es un tema de todos, y no vale que unos la cumplan y otros no. Nos jugamos todo, no sólo en lo académico, sino también en la salud. Sin salud no hay vida, y sin vida, no hay futuro, y por supuesto, humanidad.