La Dieta Mediterránea tiene un «valor incalculable y tenemos la obligación que cuidarlo», y desde la Fundación de la Dieta Mediterránea, de la que es patrona Castilla-La Mancha, pretenden «mantener viva la llama», porque «todos somos dieta mediterránea». El presidente de la Fundación Dieta Mediterránea y consejero de Agricultura, Agua y Desarrollo Rural de Castilla-La Mancha, Francisco Martínez Arroyo, así lo ha destacado este lunes durante el acto de celebración del X Aniversario de la Declaración de la Dieta Mediterránea como Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad por la Unesco.
En el acto, que ha tenido lugar en el auditorio del Museo del Prado, han participado, además, los ministros de Agricultura, Pesca y Alimentación y Cultura y Deportes, Luis Planas Puchades, con un video, y José Manuel Rodríguez Uribes, de manera presencial clausurando el evento, respectivamente. Además, este encuentro ha contado con la presencia de los patronos, como el Gobierno de Aragón o el embajador de Italia en España Riccardo Guariglia, así como el presidente de la Cámara de Comercio de España, José Luis Bonet, impulsor de la Fundación en 1996, según ha informado la Junta en nota de prensa.
En su intervención, Martínez Arroyo ha realizado un recorrido por los cultivos y producciones que «nos representan a todos». Desde las castañas del Bierzo en León o en Orense; los olivos milenarios de Mallorca; el viñedo de Castilla-La Mancha, el mayor del mundo o, el más pequeño, de la Ribera Sacra; las estepas cerealistas de Tierra de Campos, los naranjos del Valencia; el arroz de Calasparra, Valencia o del Delta del Ebro; o el azafrán de La Mancha. «Todos son dieta mediterránea y todos los que lo hacen posible, agricultores, ganaderos, pescadores que son la base de la pirámide Mediterránea, el primer eslabón; ellos comienzan el trabajo», ha resaltado.
La agricultura, la ganadería y la pesca facturan cada año 52.000 millones de euros, mientras que la industria agroalimentaria que transforma el producto, generalmente en el medio rural, 98.000 millones de euros, siendo la primera actividad industrial de España, representando el 23 por ciento del sector secundario, y generando empleo, ha explicado.
Así, ha pedido que hay que llegar desde el primer eslabón, pasando por los demás, hasta el último, que son los consumidores con las palabras ‘dieta mediterránea’, porque son un estilo de vida y una forma de entender la cultura, del que se ha podido disfrutar gracias al papel de la gastronomía. Martínez Arroyo ha alabado a los restauradores «que nos ayudan a presumir de esta dieta», protegiendo «el consumo de proximidad y los productos autóctonos de nuestra tierra» que están en riesgo de erosión genética o las razas en peligro de extinción.
CAMPAÑA #SOMOSDIETAMEDITERRÁNEA
En esta jornada de celebración del décimo aniversario se ha presentado la campaña #somosdietamediterránea a través de un vídeo en el que personalidades del mundo del deporte, la cultura, la gastronomía, así como agricultores, ganaderos o miembros anónimos de la cadena agroalimentaria, quienes invitan a seguir este estilo de vida, en el cual se encuentra la tríada mediterránea: cereal, aceite y vino, y ante el que el consejero ha resaltado la importancia de proteger este patrimonio por ser la más saludable, sostenible y contar con un elemento cultural que une países enteros.
Y es que la Dieta Mediterránea, ha destacado Martínez Arroyo, es una herencia cultural milenaria, nuestro estilo de vida, estando amparado por la Organización de las Naciones Unidas de la Alimentación y la Agricultura (FAO) y la más saludable según la Organización Mundial de la Salud (OMS). Una dieta que «vertebra y nos representa» como proyecto colectivo.
En estos tiempos difíciles, ha dicho el consejero que «el reto es más ambicioso y hay que afrontarlo todos juntos». De ahí, que desde la Fundación, entidad publico privada, en la que se participan con administraciones públicas y empresas del sector agroalimentario, van juntas en este proyecto, animando a todos a participar.
En el acto de hoy, además, se ha presentado el Inventario Dieta Mediterránea (IDIME), de la mano de Paz Gómez Fernández, antropóloga y estora Patrimonio Cultural. Un catálogo vivo que da a conocer al mundo el patrimonio cultural, agroalimentario y gastronómico como identidad y esencia de una zona geográfica. En él se recogen y salvaguardan aquellos aspectos y manifestaciones sociales que conforman la Dieta Mediterránea. Se trata de un registro documental sobre los paisajes; las actividades agrícolas, ganaderas y pesqueras; los oficios; las actividades culinarias, los alimentos, las recetas; y las festividades y celebraciones que conforman la Dieta Mediterránea.
La candidatura transnacional para la inscripción de la Dieta Mediterránea en la Lista representativa del Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad de la UNESCO fue presentada conjuntamente por los gobiernos de España, Grecia, Italia y Marruecos y abierto a la adhesión y participación del resto de Países del Mediterráneo que lo comparten, fue coordinada a nivel técnico transnacional por la Fundación Dieta Mediterránea.
El 16 de noviembre de 2010, el Comité Intergubernamental de la UNESCO para la Salvaguardia del Patrimonio Cultural Inmaterial, en su reunión que tuvo lugar en Nairobi (Kenia), acordó inscribir la Dieta Mediterránea en la Lista representativa del Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad, algo que el presidente de la Fundación y consejero de Agricultura, Agua y Desarrollo rural, Francisco Martínez Arroyo, ha calificado de «acierto».