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lunes, 23 diciembre
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La Interprofesional pide a los productores de melón y sandía no bajar la guardia en la planificación

La asociación regional advierte que a los posibles problemas de mano de obra y descenso de consumo además del solapamiento con campañas de otras zonas

La Interprofesional de Melón y Sandía de Castilla-La Mancha considera que es acertada la planificación que están haciendo los productores de melón y sandía en la región.  “De momento parece que están siguiendo conscientes de lo que apuntábamos desde la Interprofesional al inicio de la campaña, en relación con la siembra, al enfrentarnos a un año atípico”, señala el presidente, Cristóbal Jiménez. Aún así, pide a los productores no bajar la guardia en la planificación. “Es importante que sigan con esta filosofía de moderación”, porque a los posibles problemas de mano de obra y el acusado descenso del consumo podría sumarse el solapamiento con campañas más tempranas, de otras regiones, que están registrando retrasos en la cosecha, de unos veinte días, por las lluvias. Esto podría provocar, explica Jiménez, una excesiva oferta en un momento determinado y tener un impacto negativo en los precios. Según estimaciones de la Interprofesional “sería recomendable una disminución de superficie de siembra de alrededor de un 20%”.

En Castilla-La Mancha ha terminado la primera fase de plantación, se hace con manta térmica y supone menos del 10% de lo que se plantará en la región durante toda la campaña de siembra de este 2020, lo cual supone una reducción con respecto a otros años. Las próximas siembras ya serán convencionales y comenzarán en cuanto los agricultores puedan reanudar su actividad tras el cese de las precipitaciones que se están registrando en las localidades productoras.

El principal reto del sector es la adecuación de la oferta a la demanda. Las cifras en un año normal alcanzan las 6.000 hectáreas de melón (con una producción de 210.000 toneladas) y unas 2.500 hectáreas de sandias (con una producción de 180.000 toneladas). Según explica Cristóbal Jiménez, estas cifras son las razonables para poder comercializar sin problemas a un precio justo, porque el mercado lo absorbe perfectamente. “Pero debemos tener en cuenta que se pueden producir vaivenes, como va a ocurrir este año por el COVID-19”, incide, “por lo que repetir estos datos en un año como este sería un error”.

Sector comercializador

De forma paralela, el sector comercializador sigue trabajando, intentando abrir nuevos mercados, “pero al trabajar con un producto tan perecedero es un problema exportar a países terceros de muy larga distancia”. Aun así, “se está intentando, probando fórmulas novedosas para llevar nuestro producto a países como Japón y EE.UU.”, ha dicho Jiménez. Pero para esto también hay que trabajar los calibres y adaptarlos a sus preferencias, “en estos países no quieren melones y sandías con tanto peso como en el nuestro”.

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