El Gobierno de Castilla-La Mancha, tras la declaración del estado de alarma por el Gobierno de la nación, no va a poder prestar de modo excepcional el servicio de comedor escolar como pretendía, pues alega que «han cambiado sustancialmente las condiciones de movilidad de los ciudadanos en los pueblos y ciudades».
Así consta en la resolución dictada el pasado sábado 14 por la Consejería de Educación, Cultura y Deportes que deja sin efecto la instrucción del viernes 13 de dicho departamento, que garantizaba la prestación excepcional del servicio de comedor durante el periodo de suspensión de la actividad docente presencial en los centros docentes sostenidos con fondos públicos de la región.
«El sistema de garantizar la alimentación al alumnado beneficiario de las ayudas de comedor escolar que contemplan esas instrucciones no puede llevarse a efecto tal como estaba diseñado», defiende dicho departamento.
Fue el pasado viernes, tras la reunión extraordinaria del Consejo de Gobierno celebrada en el Palacio de Fuensalida, cuando la consejera de Educación, Cultura y Deportes, Rosa Ana Rodríguez, aseguraba en rueda de prensa que el Gobierno regional habilitaría las medidas necesarias para que los 24.921 becados del servicio de comedor -de un total de 35.626 usuarios que hay en toda la región- siguieran recibiendo esa comida diaria.
Explicó que la Consejería daría instrucciones para que las empresas adjudicatarias de este servicio siguiesen enviando comida a los centros, donde varios responsables del mismo la distribuirían a una persona de cada familia beneficiaria.
Pero las restricciones de movilidad inherentes al estado de alarma impuesto por el Ejecutivo central hacen que dicha prestación no pueda llevarse a cabo, según alegan desde el Gobierno castellanomanchego.
