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jueves, 19 diciembre
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Fundación CERES con el Día Mundial Sin Alcohol

Artículo del Equipo técnico Comunidad Terapéutica CERES

Con motivo de este día tan marcado en la agenda del campo de las adicciones, la Comunidad Terapéutica CERES es totalmente consciente de que cada vez el alcohol se encuentra más inmerso en nuestra sociedad, generando problemas, en muchos casos encubiertos, que dificultan el bienestar individual, social y familiar de las personas.

Según datos ofrecidos por la Organización Mundial de la Salud (OMS), alrededor de 3 millones de personas mueren cada año a causa del consumo de alcohol de forma directa e indirecta, suponiendo de esta forma, un 5% del total de las defunciones mundiales totales.

Cuando coloquialmente escuchamos hablar de las “enfermedades asociadas al alcohol”, comúnmente, asociamos este tipo de patologías a la famosa cirrosis hepática o a la pancreatitis, pero hay más tipos de dolencias y problemas de salud ocasionados por el impacto del alcohol de forma no tan directa en nuestro organismo, pero no menos importantes. Muestra de ello, son las numerosas úlceras estomacales causadas por el consumo abusivo de alcohol, o bien, las dificultades de funcionamiento en el aparato digestivo o en nuestro sistema cardiovascular. Para producir este tipo de alteraciones físicas en estos sistemas mencionados, no necesariamente las personas tienen que llevar a cabo un consumo abundante de alcohol prolongado en el tiempo, ni obligatoriamente tienen que presentar problemas adictivos, ya que por el poder corrosivo del alcohol en los tejidos de nuestro organismo, junto con su alta solubilidad en sangre, hace que la propia ingesta del mismo, nos ponga en situación de vulnerabilidad y de riesgo a la hora de adquirir patologías asociadas al consumo.

No solamente la problemática ocasionada por el alcohol se circunscribe al daño físico impresionado en nuestro organismo. Numerosos estudios han demostrado sobradamente que existe una relación causal entre el consumo nocivo de alcohol y una serie de trastornos mentales y comportamentales, además de las enfermedades no transmisibles y los traumatismos por golpes y caídas en situaciones de intoxicación etílica.

Además de estas consecuencias de carácter sanitario, es necesario destacar las graves pérdidas a nivel social y familiar que puede llegar a provocar el consumo de alcohol. Socialmente el uso de esta sustancia se asocia a entornos y contextos de ocio, como elemento común y facilitador de relaciones sociales. Por ello, hay que tener especial cuidado con esta apreciación, ya que esto puede ser totalmente falso. Cuando el consumo de alcohol se dispara y se convierte en algo habitual y desadaptativo para las personas, esta situación ocasiona en los individuos un problema social basado en el aislamiento social, provocando un desapego de su entorno familiar, creando de esta forma un clima de angustia, preocupación y desesperanza en la propia persona y en su entorno más cercano y habitual.

Por ello, es importante que lo sociedad contemple el consumo abusivo de alcohol no solamente como un problema de carácter individual en la persona que lo sufre, sino como un problema de dimensiones mayores, puesto que el área de afectación e impacto se traslada al funcionamiento y a la armonía de todo el contexto familiar y social de las personas que sufren este problema.

Desde la Comunidad Terapéutica CERES, hemos constatado la magnitud de esta situación con la población a la que atendemos junto con sus familias, basándonos en datos medibles y objetivos, acogiendo cada año nuevos casos de adicciones y problemáticas asociadas al consumo de alcohol, con deterioros cada vez más graves a nivel físico, cognitivo, social y familiar. En definitiva, con un impacto cada vez más significativo en la vida de las personas y su red de relaciones, con un perfil de tratamiento cada vez más complejo con el que realizar tratamiento de deshabituación de drogas. Y, entre otros factores, esto es debido a la baja conciencia de percepción de riesgo que el alcohol causa en la sociedad actual, por lo que es responsabilidad de todos conocer los riesgos a los que una persona se expone en el momento que consume o hace un uso problemático del mismo.

Aprovechando la celebración del día mundial sin alcohol, y desde la amplia experiencia en el tratamiento de deshabituación de conductas adictivas que nos avala, la Comunidad Terapéutica CERES desea trasmitir a la sociedad un mensaje de concienciación sobre el impacto que el alcohol puede suponer en la vida de las personas, sobre todo a las más jóvenes, ya que entendemos que una de las herramientas más útiles que existen en el campo de las adicciones es la prevención y la información adecuada en la salud de la población.

Si estás atravesando por este problema o si un familiar lo está sufriendo, no te escondas, pide ayuda. Existe un gran repertorio de recursos en los que te puedes apoyar para que tu vida no dependa de una sustancia. Es normal verse superado por la situación cuando existe este problema en casa, por ello pregunta, infórmate y déjate ayudar.

Equipo técnico Comunidad Terapéutica CERES
Centro de deshabituación de conductas adictivas
Tomelloso

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