El conocido y querido escritor, poeta y crítico literario José López Martínez fue el protagonista de la segunda conferencia organizada por la Asociación Cultural de Tomelloso en Madrid, con motivo del centenario del nacimiento de Francisco García Pavón. Tanto Juan Van Halen como Tomás Perales Benito, por cuestiones familiares de distinta índole, no pudieron comparecer, aunque los dos tuvieron la cortesía de enviar por escrito el contenido de su exposición del que se dio la oportuna lectura.
Juan Van Halen centró el recuerdo de García Pavón en sus asistencias a “la mesa de los poetas del Café Gijón”. Pepe García Nieto, Francisco Umbral, Gerardo Diego, Eladio Cabañero entre otros poetas y prosistas, eran asiduos a las tertulias, a la que se incorporaban pintores y gentes de teatro como Fernando Fernán Gómez, Antonio Buero Vallejo, Manuel Alexandre y Valeriano Andrés. A Van Halen le quedó un recuerdo imborrable “la tarde en que Paco García Pavón y Fernando Fernán Gómez hablaban sobre la trastienda de crítica social del teatro del Siglo de Oro”. Asimismo recordó que El Premio Nadal concedido en 1969 con “Las Hermanas Colorado” y el Premio Nacional de la Crítica por “El rapto de las Sabinas”, también en el mismo año, fueron celebrados por García Pavón en la tertulia del Café Gijón. “Paco -quiso expresarlo a modo de resumen Van Halen- siempre llevó a la ancha Mancha en su corazón y en su pluma”.
Por su parte, Tomás Perales Benito destacó no recordar lo primero que leyó de García Pavón “Pero al margen del título, irrelevante, mi sorpresa fue que aquel autor, cuya existencia desconocía a pesar de haberlo tenido a un tiro de piedra, hablaba como yo, como los del pueblo, y contaba cosas ingeniosas con palabras premeditadamente lanzadas al viento para que no se marchitaran; la cultura local era su léxico, el pueblo su escenario, sus paisanos los figurantes”. Significó que Pavón era un devoto de la lengua, de la suya de cuna, resaltando la afirmación que hizo en su día Félix Grande: “Hay dos tipos de escritores, los que se sirven de las palabras y los que las sirven a ellas”. Especiales fueron algunas fechas en la vida de Tomás Perales, relacionadas con el ilustre escritor tomellosero: “la muerte de Isidora, su madre, coincide en año y mes de mi nacimiento; en 1969 aparece Las Hermanas Colorado, la obra suya que más ha calado en mí, y yo dejo el nido familiar buscando aires más cálidos en Madrid; y en 1989, cuando fallece el maestro, ya cuento en mi haber con media docena larga de libros publicados, que quiero creer que obedecen a su influencia. Esta es mi relación con el que nunca conocí, pero del que jamás me separé”.
José López Martínez resaltó “la importancia de los centenarios, porque su celebración tiene como objetivo recordar -y dar a conocer- a quienes lo ignoren, que antes de nosotros existieron otros que se esforzaron en abrir nuevos caminos a la literatura por los que transitamos, a veces, sin el debido respeto”. Resaltó que “siempre he creído que la más alta expresión literaria de Francisco García Pavón está en sus cuentos, aunque también sus novelas alcancen notables cotas de calidad”. Destacó el tono reflexivo del ilustre paisano sobre la vida: “ Creo que hasta que la vida no está en su remate, no se alcanza a comprender que es nacer, que es la niñez, qué la juventud, qué la viril edad -que decía Gracián-, qué la senectud… y qué la muerte. Cada edad impone una visión revisión de las jornadas vencidas”. Un buen ejemplo para entender la forma de pensar y de sentir de García Pavón, está en el cuento El tren que no conduce nadie, ganador de un importante premio al que concurrieron los mejores cuentistas españoles. Otro de los cuentos más reflexivos, aunque también irónico y lleno de gracia narrativa es Cuentos de amor… “Recuerda García Pavón -resaltó López Martínez- cómo su pasión literaria tuvo siempre a su madre como motivación principal, desde aquellos Cuentos de mamá; aunque ahora sentía no haber dedicado mayor atención a su padre”. Mención especial tuvo para la Fundación Cultural de Castilla-La Mancha, presidida por García Pavón, y de la que José López fue secretario general, “creada gracias al apoyo de ese otro gran tomellosero que es Blas Camacho Zancada”. “Honrar nuestro patrimonio cultural e histórico es la condición más encomiable de un pueblo, de un buen ciudadano, y Francisco García Pavón la tuvo”, fueron las palabras con las que el prestigioso poeta tomellosero terminó su exposición.
Antes de terminar el acto, el presidente de la Asociación Cultural de Tomelloso en Madrid, José Vicente Cepeda Plaza, anunció a los asistentes, que se va a editar un número monográfico de Pámpanas -revista anual que publica la A.C.T.M. resumiendo las actividades llevadas a cabo a lo largo del año-, con carácter gratuito, en torno a la figura de Francisco García Pavón. Para ello se ha reunido a un importante número de prestigiosos colaboradores del mundo literario, que han mostrado su ilusión en esta iniciativa. Gracias a unas destacadas empresas tomelloseras el proyecto está resultando viable. Se pretende que para el mes de julio puedan estar ya imprimidos los mil ejemplares. La idea es presentarla oficialmente en Tomelloso el día del “Tomellosero Ausente”, el 25 de agosto. Posteriormente, ya en el mes de septiembre, se haría la presentación de la revista en el salón de actos de la Casa de Castilla La Mancha en Madrid.
Como viene siendo habitual en los últimos actos se concluyó entonando el himno de Tomelloso. Eminentemente literario y tomellosero fue, pues, este primer día de verano en la Casa de Castilla La Mancha.