La Asociación de Empresarios ha presentado esta mañana el proyecto de colocar cuatro desfibriladores nuevos en puntos estratégicos de Tomelloso, que se sumarán a los siete ya instalados en la ciudad. El presidente de la Asociación, Ángel David Olmedo, ha explicado en la rueda de prensa que esto le otorgará una mayor “calidad de vida” al municipio, convirtiéndose en el primero de Castilla-La Mancha cardioprotegido. Inmaculada Jiménez, alcaldesa de Tomelloso, ha dado las gracias a la empresa y a la Asociación por este proyecto que vela por la seguridad de los tomelloseros y tomelloseras. Ha afirmado que es un orgullo y les ha animado a seguir trabajando.
Enrique Sánchez, miembro de la Asociación y responsable del proyecto, ha agradecido al ayuntamiento su participación y apoyo. El plan ya está presentado a la Unión Europea y se encuentra a la espera del certificado de Tomelloso como ciudad cardioprotegida. Se colocarán en el Parque de la Constitución, en el Parque de las Señales y en el Paseo de las Moreras, sitios de mucha afluencia de gente, con personas haciendo deporte y paseando. También se instalará uno en Plaza de España. La policía local ya cuenta con uno en cada uno de sus coches y, asimismo, se les dará formación a aquellos agente que no la tengan.
Sánchez ha querido hacer un llamamiento a la ciudad para que se sepa que es un instrumento cuyo fin es salvar vidas, por lo que es necesario cuidarlo y evitar hacer un mal uso. Sin embargo, se le han instalado unas medidas de seguridad, como una alarma que suena a un volumen muy alto en el momento en el que se abre el propio desfibrilador. Se intentará que estén videovigilados.
Jesús Bonillo Laguna, responsable de CV Seguridad, empresa encargada del suministro de los aparatos, ha explicado que su uso únicamente hay que seguir los pasos que te va diciendo una grabación proporcionada por el desfibrilador. Es fácil de usar, no hace falta tener ningún tipo de curso. No obstante, ha explicado lo necesaria que es una formación en el soporte vital básico para saber cómo actuar en caso de ser testigo de un infarto o un desvanecimiento.
Los aparatos son de última generación, con 8 años de garantía y con cambio de batería cada 4 años. El desfibrilador actúa en cuestión de minutos, testea al paciente y según su estado decide si es necesaria la descarga eléctrica.
