El día comienza para los peregrinos a las 5 horas, cuando los cocineros se levantan para que a las 6 horas todo este dispuesto para que los caminantes tengan el desayuno dispuesto para su partida.
La reflexión que nos hace Antonio es que nos descubramos nuestras virtudes y la encomienda es que nos aprendamos los nombres de todos los integrantes del grupo.
Comienza a verse los primeros rayos al alba y a las 7:15 horas después de rezar dirigido por el sacerdote Antonio López comenzamos a andar y lo primero que llama la atención es descubrir un mar inmenso de helechos debajo de un frondoso bosque, continuamos andando unos cuantos kilómetros y es curioso como al caminar paralelos a la Autovía podemos alternar la basta vegetación con la obra de ingeniería de hormigón y asfalto.
HISTORIA DE VIDA
Muchos de los peregrinos empiezan a conocerse, ya que la duración de la etapa es de 5 horas y da para que surjan muchas historias de vida de los andantes.
Los kilómetros se van acumulando en las piernas de los caminantes y vamos descubriendo historias de los peregrinos, cómo puede ser el posible reencuentro de 2 viejos compañeros del Instituto que hace más de 20 años que no se ven y gracias al Camino se podrían volver a encontrar.
La historia más emotiva del día nos la narran Ángel Nicolás y Luis Carlos, ya que hoy hace 25 años que se conocieron y se hicieron amigos y lo tienen muy en cuenta, ya que celebran este día con mucho cariño y nos cuentan como, el CERMI premio a Ángel Nicolás por esta bonita amistad, ya que Ángel Nicolás se propuso que su amigo Luis Carlos se hiciera valer por si mismo y poco a poco fue trabajando su salida desde su casa para que hoy en día Luis Carlos pueda salir solo sin la ayuda de su gran amigo. El grupo de pronto se para, se abrazan en corro, bailan y celebran esta efeméride.
El grupo se une ante la adversidad y si uno flojea el resto espera y animan y apoyan y todo eso se alterna con bromas y buen humor, de esta forma todo se hace más ameno.
Las historias se van desencadenando y poco a poco surgirán preciosos relatos dignos de ser contados y esperamos que estéis dispuesto a escucharlos.
La historia más bonita es la llegada a Baamonde después de 20 kilómetros caminando, allí nos espera Mercedes y Antonio y nos dan la alegría más grande y es que Pilar nuestra cocinera ha mejorado considerablemente.
Luís Ballesteros Martín de Almagro
