Unas 600 personas en Castilla-La Mancha ya se han beneficiado de la atención recibida mediante el PET-TAC móvil de medicina nuclear que se ha desplazado en abril y mayo a otras provincias como Toledo, Talavera de la Reina, Cuenca o Alcázar de San Juan -además de Guadalajara y Ciudad Real-, según ha precisado el consejero de Sanidad, Jesús Fernández.
En rueda de prensa para dar cuenta de los acuerdos del Consejo de Gobierno, ha explicado que a estos pacientes se les realiza esta prueba y se envía los resultados de la imagen y el informe a todos los profesionales de la región. «En vez de viajar el paciente, viaja la imagen y el informe, en el que se añade las decisiones que se han ido tomando».
Asimismo, el consejero ha reafirmado que cuando se termine los nuevos hospitales de la región, se dispondrá de un PET-TAC fijo en las cinco provincias. La adquisición del que se destinará al nuevo hospital de Toledo está en proceso, los de Guadalajara y Cuenca se adquirirán próximamente y «poco a poco se irán distribuyendo».
A esto se añade la compra de siete aceleradores lineales para el tratamiento de cáncer con los fondos de la Fundación Amancio Ortega, con los que se han comprado los cinco primeros -uno a Ciudad Real, dos a Albacete y dos a Toledo- mientras que faltan por comprar otro para Cuenca y otro para Guadalajara.
De los 15 millones que esta fundación proporcionó al Gobierno regional, se han destinado 7 millones a la compra de mamógrafos con tomosíntesis, ahora se destinan fondos para la compra de los aceleradores lineales, y quedarían por adquirir en Guadalajara y Cuenca.