El presidente del Gobierno en funciones y líder del PSOE, Pedro Sánchez, ha exhibido este sábado desde Toledo el apoyo con el que cuenta dentro de su partido para ir a una repetición de las elecciones el 10 de noviembre antes que conformar un Ejecutivo inestable de la mano de Unidas Podemos.
En una intervención ante centenares de alcaldes, concejales y representantes municipales del PSOE congregados en el Palacio El Greco, que se ha asemejado mucho a un mitin de campaña, Sánchez ha cargado sobre la formación de Pablo Iglesias toda la responsabilidad de evitar la repetición de los comicios, «ahora que se dice que existe un riesgo cierto» de repetir las elecciones.
«Tenemos los votos (…), los escaños, el programa común progresista. Lo único que necesitamos, y es a lo que invito a Podemos, es a que dé un paso al frente, desbloquee y tengamos una investidura para una legislatura progresista y un gobierno progresista», ha reclamado.
Sánchez no sólo busca que Podemos le permita superar la investidura, sino que se comprometa a garantizar la estabilidad de su gobierno. De ahí que le haya ofrecido un programa común con 370 medidas que, dicen los socialistas, están dispuestos a pactar, pese a estar ya muy definido. Antes que conformar un Ejecutivo inestable que se vea abocado a convocar elecciones en seis meses o un año, la cúpula del PSOE traslada que es preferible repetir las elecciones ahora.
Esta convicción, extendida en el seno del partido y que por tanto trasciende al entorno más próximo a Sánchez, se encargó de verbalizarla el presidente de Castilla-La Mancha, Emiliano García-Page, que ha agradecido a Sánchez no estar pensando en «mañana», sino en «pasado mañana».
«La gente hoy valora que no quieras ser presidente de cualquier manera y a cualquier precio», ha subrayado García-Page, que asegura que los socialistas no quieren repetir unas elecciones que ya ganaron ni dar «segundas oportunidades para la extrema derecha». «Lo que queremos es normalidad institucional y una agenda progresista» que el PSOE, ha dicho, está dispuesto a pactar con otros partidos.
Ahora bien, García-Page también ha dejado claro que el PSOE, aunque no quiera elecciones, «siempre está preparado si hay que pedir de nuevo la confianza de la gente». «Deseamos que mantengas esta seguridad. No investidura a cualquier precio», ha reiterado a Sánchez, a quien ha recordado que los principios y valores del PSOE «ni se alquilan ni se venden», ni tampoco los «sillones ministeriales», rechazando así la coalición con Podemos.
El líder del PSOE, que intervino después que García-Page, no tardó en recoger el guante lanzado por su compañero castellano-manchego. «Yo tengo envidia, no sé si sana, Emiliano, siempre se dice que la envidia nunca es sana, pero claro, os veo que después del 26 de mayo estáis gobernando con plenas capacidades y yo desde el 28 de abril…», ha señalado Sánchez, explotando el papel de víctima.
LA CULPA, DE LOS OTROS
Acto seguido, Sánchez ha culpado al resto de partidos políticos del bloqueo actual que impide formar Gobierno. A la derecha, por negarse a una «abstención técnica», limitada a permitir a Sánchez superar la investidura y formar gobierno. De la derecha, ha reconocido, ya «no espera nada», pues siempre que está en la oposición aplica el principio del exministro Cristóbal Montoro, que dijo aquello de «que caiga España, que ya la levantaremos nosotros».
Pero también ha responsabilizado del bloqueo a Podemos, por insistir en la fórmula de la coalición, bajo el argumento de que no se fía del PSOE.
Para desmontar ese argumento de los morados, Sánchez ha recordado que hitos de su Gobierno como la subida a 900 euros del Salario Mínimo Interprofesional, la reversión de los recortes educativos, o las medidas de lucha contra la violencia de género se consiguieron con el «apoyo» de Unidas Podemos, lo que les ha agradecido.
Y si esa cooperación fue posible sumando juntos 151 escaños antes del 28 de abril, les ha pedido que imaginen lo que podrían hacer los próximos cuatro años ahora que representan 166 asientos de la Cámara Baja. «¿Qué justifica que estemos bloqueados?», se ha preguntado ante un auditorio compuesto por 800 cargos públicos y orgánicos socialistas.
Sánchez también ha recordado a Podemos que la distancia que hoy les separa del PSOE es mucho mayor que antes del 28 de abril: 81 escaños de diferencia frente a los 13 de la legislatura pasada. Por lo que ha urgido a los de Pablo Iglesias a asumir sus «resultados» electorales y ponerse «a trabajar ya».
El dirigente socialista ha enumerado algunas de las urgencias sociales del país, como el impulso de la atención a las personas dependientes, la derogación de los aspectos más lesivos de la reforma laboral, la financiación de la política de igualdad o la aprobación de una nueva ley educativa y de la regulación de la eutanasia, entre otras.