Llega el invierno y los días cada vez se vuelven más cortos, el campo va tomando tonalidades más oscuras y los que vinieron a pasar el verano en el pueblo, ya se han ido, algunos para retomar sus estudios, otros para retomar sus trabajos. Se nota la ausencia de la risa de los niños en el parque, del bar lleno de gente, de la gente paseando por el pueblo, y esta llegada del silencio se va haciendo cada vez más notoria.
Vas al bar y están los de siempre, los que van a echar la partida, los que van a contarse su día a día, pero te percatas de que falta gente, la hija de José se ha ido a estudiar fuera, no puede compatibilizar sus estudios con vivir en su pueblo, por eso, este año, José tendrá que echar unos cuantos jornales más en la aceituna para poder pagar el piso de su hija, ó el hijo de Emilia, que por la falta de trabajo en su pueblo, se ha tenido que ir a Madrid, a buscarse un porvenir.
Estaba poniendo un ejemplo inventado que seguramente le suene al leerlo, porque esta es la realidad de nuestros pueblos, de hecho, estoy seguro de que, si ha oído la palabra despoblación, no es la primera vez que lo oye.
Pero antes de hablar del problema, quería hablar de cuál es el causante.
La falta de empleo es el principal causante de que nuestros jóvenes se tengan que marchar a otros lugares mas industrializados, y no nos ponemos a valorar la cantidad de beneficios que tienen los pueblos, económicos como menor precio de la vivienda y alquiler, ahorro en transporte público debido a la cercanía de los lugares, precios más bajos en restauración y hostelería, algunos ambientales como mejor calidad del aire, el estrés es menor debido a la menor cantidad de tráfico, y podría continuar con ellos, pero siéndole honesto, en esta balanza pesa mucho mas el no tener trabajo.
Y esta situación se podría haber revertido, muchos planes fueron dotados con el PLAN E, algunos recordaréis esta medida del gobierno de Zapatero, que intentó activar la economía durante la crisis anterior, y la cual solo tuvo un resultado, el despilfarro de dinero público sin ningún resultado que moviera la economía, obras faraónicas en instalaciones, las cuales se mueren sin apenas ningún uso, porque esto ha sido así, gobiernos socialistas locales han malgastado dinero público en cosas que no hacían falta, en vez de revertirlo en crear un polígono agroindustrial, en bajar los impuestos a las empresas para que estas no echen el cerrojazo, en llevar una ordenación de nuestros montes, para poder aprovecharlos el día de mañana, o en fomentar el turismo rural, tanto cultural, como religioso o como cinegético.
Sin embargo, si tenemos políticos preocupados por el medio rural, en Castilla La Mancha tenemos a la cabeza al Partido Popular de Paco Núñez, el cual se ha comprometido con todos nuestros pueblos desde el primer minuto, recorriendo las cinco provincias de nuestra comunidad en ferias o festejos, hablando con agricultores y ganaderos, cooperativas, conociendo cada rincón de su tierra, y estando cuando también tenemos problemas, como el granizo que asoló los viñedos de Villanueva de los Infantes o las pasadas inundaciones que afectaron diversos pueblos de Albacete como La Roda o Almansa, o trabajando en una ley contra la despoblación frente a la pasividad de Page.
Pero no solo en Castilla La Mancha, el Partido Popular de Pablo Casado es el partido de los pueblos, el partido del campo, la caza y la pesca, el sector agrícola, ganadero y forestal, fueron Arias Cañete y García Tejerina quienes lograron conseguir una mayor PAC para nuestro país tan agradecida en una comunidad tan de pueblos como es la nuestra, y sin olvidarme de Loyola de Palacio gran ministra de agricultura y fundadora de Nuevas Generaciones, que tanto ha hecho por nuestra por población rural
Sin miedo me gusta decir que soy de pueblo, y quiero que mis intereses se vean defendidos, no desde la insensatez de algunos grupos políticos, sino con la racionalidad, que siempre ha caracterizado al Partido Popular, porque lo que nos jugamos estas elecciones puede verse repercutido en el futuro de nuestros pueblos.