El Grupo Parlamentario Popular ha instado este jueves al presidente regional, Emiliano García-Page, a que «condene enérgicamente el mayor caso de corrupción que ha protagonizado el PSOE» en referencia a la sentencia de los ERE de Andalucía o, de lo contrario, a que presente su «dimisión inmediata». El PSOE, por su parte, ha preguntado a los ‘populares’ si el presidente regional del PP, Paco Núñez, se iría de su puesto en el caso de que la expresidenta regional de esta formación María Dolores de Cospedal, con la que trabajó, fuese procesada por el ‘caso Villarejo’.
Así se ha puesto de manifiesto durante un debate general sobre las consecuencias para Castilla-La Mancha de la apertura de un proceso de negociación para la formación de un nuevo gobierno en España entre PSOE y Podemos, presentado por el PP en las Cortes y que se ha acabado convirtiendo en un debate sobre la sentencia de los ERE conocida esta semana, y que ha condenado, entre otros, a los ex presidentes de la Junta andaluza, Manuel Chaves y José Antonio Griñán, por prevaricación.
La parlamentaria del PP Ana Guarinos, que ha iniciado su turno en el debate hablando del preacuerdo entre PSOE y Podemos, ha usado la mayor parte de su intervención para hablar de la sentencia de los ERE, para destacar cómo los responsables del PSOE condenados «han malversado y defraudado a todos los parados de Andalucía», reclamando que el presidente del Gobierno central en funciones, Pedro Sánchez, y el presidente autonómico se pronuncien sobre este tema y preguntándose si «van a hacer ahora una moción de censura cuando hay personas del PSOE condenadas por malversación».
«No puede pasar ni un minuto más sin que Sánchez y Page den la cara ante los medios, rompan el silencio, hablen en las Cortes y asuman sus responsabilidades políticas. No puede pasar ni un solo minuto más en el que no se condene enérgicamente el mayor caso de corrupción que ha protagonizado el PSOE», ha avisado, añadiendo que, si García-Page no lo hace y tuviera decencia «debería presentar la dimisión inmediata».
Desde las filas socialistas, el parlamentario Fernando Mora, que ha acusado al PP de querer «mezclar los problemas de España trasladándolos a Castilla-La Mancha», ha preguntado a las filas ‘populares’ si, en el caso de que Cospedal acabase procesada y «en los tribunales por el ‘caso Villarejo'», el actual responsable del PP en Castilla-La Mancha, iba a dimitir.
Mora ha incidido en que el tema de los ERE «no estaba en el debate» y ha agregado que si él se pusiera a relatar «todos los casos de corrupción en los que está implicado el PP, no habría tiempo en toda la mañana para decirle los que son», subrayando que el caso de los ERE en Andalucía es «absolutamente condenable, como todos los casos del PP y de los militantes del PP».
Al asunto de la sentencia conocida esta semana también se ha referido la portavoz parlamentaria de Cs Carmen Picazo para lamentar que el PP y PSOE están «lastrados por una corrupción sobre la cual solo alza la voz Cs», para afirmar que España «necesita un gran acuerdo pero que luche contra la corrupción».
PREACUERDO DE GOBIERNO
Respecto al tema en cuestión del debate planteado, Carmen Picazo ha mostrado su preocupación por el hecho de que la gobernabilidad del país «esté en manos de una madeja de partidos» entre los que se encuentra la extrema izquierda o los separatistas, preguntándose con ironía «¿qué puede ir mal?» en esa situación, ante la que ha considerado que quizá Sánchez debería haber hablado antes con formaciones como la suya.
Picazo se ha cuestionado «cómo se sentirán» los diputados del PSOE en las Cortes Generales «cuando se vean obligados a votar iniciativas que vienen a favorecer al área más radical y a los separatistas o «cuando Sánchez saque a Junqueras de la cárcel», convencida de que «un gobierno con nacionalistas es malo para Castilla-La Mancha».
Por contra, la formación naranja, que considera que es un partido «más necesario que nunca» en la actualidad, defiende «un gobierno en minoría del PSOE con una agenda constitucional basada en grandes acuerdos de Estado y con el respaldo de Ciudadanos y PP» aunque «para eso hace falta que el PSOE mire al centro y que el Partido Popular dé señales de vida».
A su juicio, España necesita «grandes acuerdos en materia de educación» -donde ha apostado por un pacto «que no intente apropiarse ningún partido y valga para una generación»-, en materia de despoblación, necesita modernizar el mercado laboral, mejorar el sistema sanitario, garantizar las pensiones y hacer frente a la lacra de la violencia machista y a los grandes retos medioambientales.
PP: NO TIENEN CREDIBILIDAD
La parlamentaria del PP ha considerado que el preacuerdo deja claro que el gobierno «no va a poder salir adelante si no es con apoyo de separatistas, independentistas o herederos de los terroristas», y ha criticado que tanto en el Ejecutivo central como en el regional hay «personas que no tienen ningún tipo de credibilidad» al hablar sobre este tema.
Así, ha recordado que el presidente regional, Emiliano García-Page, dijo que no pactaría con Podemos, antes de hacerlo, y el responsable del Gobierno central en funciones, Pedro Sánchez, quien «no tiene vergüenza, escrúpulos y credibilidad», ha hecho «igual».
Desde el PSOE, Fernando Mora ha considerado que la gobernabilidad de España a los ‘populares’ «les interesa un pito, un bledo, y a Ciudadanos también», destacando que el preacuerdo entre PSOE y Podemos lo tienen que ratificar los militantes socialistas, porque «aquí no hay nada decidido todavía, aunque él ha confiado en que acabe fraguando.
No obstante, tras apostar por no crispar, ha echado en falta alguna propuesta para gobernar España, invitando al Partido Popular a exponer cuál es la suya, porque no ve propuestas por «parte de nadie». Dicho esto, ha arremetido contra los que quieren «crear la España y la antiEspaña», asumiendo que «creando la antiEspaña estamos generando odio y si generamos odio no generamos futuro».
Tanto PP como PSOE han presentado sendas resoluciones a este debate general, que han tenido que ser revisadas por la Mesa, al considerarse, en el primer caso, que no cumplía los requisitos de coherencia para ser tenida en cuenta y, en el segundo, que debía fusionar el punto segundo y el tercero del texto.
RESOLUCIONES
Finalmente, se ha aprobado únicamente la resolución del PSOE -con sus propios votos- que explicita que, tras dos repeticiones electorales, se necesita «altura de miras» y «responsabilidad de Estado» por parte de todas las fuerzas políticas.
En este sentido, se insta a los partidos con representación en las Cortes y el Congreso a «facilitar con su abstención la formación de un gobierno para España en la próxima Sesión de Investidura y apoyan la propuesta del presidente regional de promover una reforma legislativa para que gobierne el candidato que hubiera utilizado más escaños en las elecciones.
La resolución del PP rechazada pedía instar al Gobierno de España a pronunciarse «en contra de acuerdo o preacuerdos de gobiernos» que pusieran en riesgo la economía, el bienestar social y la cohesión territorial, y al Ejecutivo regional a manifestar su rechazo «a acuerdos actuales o futuros en los que sea necesario el apoyo de separatistas, independentistas y rupturistas que pongan en peligro» la unidad de España y la creación de empleo.