La diputada del Partido Popular en las Cortes de Castilla-La Mancha Ana Guarinos ha cargado contra el presidente regional, Emiliano García-Page, por erigirse ahora como un líder «moderado» cuando fue «pionero» en un pacto con la «extrema izquierda» al dar cabida en su Gobierno a Podemos en la pasada legislatura.
En rueda de prensa, ha afirmado que ahora García-Page «se pone la chaqueta de moderado» mientras en las Cortes castellanomanchegas «ha votado en contra de apoyar a las Fuerzas y Cuerpos de la Seguridad del Estado, en contra de su equiparación salarial y en contra de que el castellano sea la lengua vehicular en toda España».
«La persona que hace esto en las Cortes y ha sido pionero del pacto con radicales de izquierda no puede presentarse como moderado ante los españoles», ha insistido.
Abundando en la crítica, ha dicho que se avergüenza de García-Page, quien «se mueve mucho en la hipocresía y en la incoherencia».
En este punto, ha insistido en preguntar a García-Page «qué van a hacer» los 9 diputados del PSOE por Castilla-La Mancha en la investidura de Pedro Sánchez si solo es posible con apoyo independentista. «No les importa que España se rompa a trocitos», ha lamentado.
LA «ESTUPIDEZ Y BARBARIDAD» DE CELÁA
En otro orden de cosas, se ha referido a las palabras de la ministra de Educación en funciones, Isabel Celáa, sobre la libertad de elección de centro por parte de los padres en el marco del congreso de Escuelas Católicas.
Así, ha tachado de «estupidez y barbaridad» negar la libertad de enseñanza, «algo que proclama la Constitución» en su artículo 27.
«Esa libertad no la va a impedir nadie en este país. Así lo proclama la Constitución y eso no lo va a impedir nadie en este país. Cuando tenemos una ministra que dice eso, tiene que irse a casa, porque es una auténtica estupidez», ha señalado.
En la misma línea, ha recordado que al inicio de la pasada legislatura, Emiliano García-Page firmó un acuerdo de investidura con Podemos por el cual se comprometía «a reducir la financiación de la educación concertada hasta su desaparición». «No podemos permitirnos tener un Gobierno que sea una temeridad».