El presidente de Castilla-La Mancha, Emiliano García-Page, ha interpretado el movimiento de Íñigo Errejón de presentar candidatura para las elecciones del 10 de noviembre como «un arma de doble filo» para la izquierda y «no solo para Podemos». De igual modo, tras destacar que es una persona «muy capaz» ha dicho que «a muchísima gente socialista le gustaría que estuviera en este partido».
Con su «máximo respeto», García-Page ha dicho en Sigüenza que aunque es algo «positivo» que en España haya inquietud política para que ésta no vaya a menos, el hecho de que vaya a haber más formaciones políticas en el ruedo significa también que para conseguir lo mismo hay que trabajar mucho más.
«Ahora hay que hacer no uno sino dos o tres intentos», ha señalado a preguntas de los periodistas, a la par que ha incidido en que lo importante es que haya inquietud política.
El titular del Gobierno castellanomanchego ha recordado igualmente como en España se ha afrontado la grave crisis económica con soluciones de ámbito político porque «aquí no ha habido chalecos amarillos ni crisis institucional», ha subrayado.
Y es que, para el líder de los socialistas de Castilla-La Mancha mientras en una sociedad democrática la solución a los problemas venga del voto, «es positivo»; eso sí, ha dejado claro que él defiende otras ideas y otro proyecto diferentes a los de Errejón.
Por último, García-Page ha recordado esa famosa cena que en su día compartió con José Bono, Errejón y Pablo Iglesias «cuando se hablaban», refiriéndose a Errejón como una persona «muy capaz». Ha terminado añadiendo que «a muchísima gente socialista le gustaría que estuviera en este partido».