El consejero de Agricultura, Agua y Desarrollo Rural, Francisco Martínez Arroyo, ha destacado esta mañana en Madrid que en la reforma de la PAC Castilla-La Mancha apuesta por el modelo europeo de agricultura familiar y que la posición fijada por la región que es conocida por el Ministerio de Agricultura y por la propia Comisión Europea va en esa línea.
Así lo ha expresado tras la reunión mantenida en el Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación del Consejo Consultivo de Política Agrícola para Asuntos Comunitarios en el que se ha abordado este asunto sobre el cual, Martínez Arroyo ha puntualizado que la postura de la región es “clara y contundente” al respecto, y se quiere una nueva PAC donde se tenga en cuenta al agricultor profesional, y que apoye a los que viven de la actividad agraria, a los que desarrollan su trabajo en nuestros pueblos, que fomente el relevo generacional y que apueste por un modelo de agricultura familiar.
“Ese es el modelo europeo de agricultura en el que se sustenta una gran actividad económica”, ha dicho, “la más importante” y “que ha hecho posible que tengamos el medio rural que tenemos distinto a cualquier otro lugar el mundo”.
Y para eso, ha subrayado, es necesario ir en el nuevo periodo a un modelo de apoyos al sector agrario, desvinculados de derechos históricos y orientado hacia un modelo de convergencia plena y a que “las ayudas por hectárea sean iguales para el mismo cultivo en todos los lugares de nuestro país”, por ejemplo.
El titular de Agricultura, Agua y Desarrollo Rural de Castilla-La Mancha ha resumido que en esta reunión mantenida hoy en el Ministerio se ha anticipado el calendario previsto de esta política agraria europea, con una propuesta sobre la mesa de transición en 2021 y un año, el 2020, en el que “tendremos que tomar las decisiones más políticas aquí, en este foro”, porque el Plan Estratégico Nacional debe estar presentado en Bruselas a primeros del año 2021 para que pueda estar en funcionamiento en el 2022.
Sobre la mesa en el Consejo Consultivo de hoy, también ha estado presente la subida arancelaria de Estados Unidos, donde se ha hablado de las ayudas en la promoción del vino, por ejemplo, en terceros países y del almacenamiento privado del aceite.
En este sentido, Martínez Arroyo ha expresado que se espera que la segunda licitación de este mes de diciembre “sea más exitosa” y permita almacenar más productos, porque esa es la clave: “no tanto que sea beneficioso el almacenamiento en sí mismo, sino que el almacenamiento permite retirar una parte muy importante del aceite que está presionando el mercado”. Y esto, debe suponer, ha explicado, “un incremento de los precios en su conjunto”.
