La Gerencia de Atención Integrada de Ciudad Real acaba de recibir los primeros ejemplares del “Manual de electrocardiografía del Hospital General Universitario de Ciudad Real”, volumen que pretende ayudar a introducir a los médicos en formación en esta herramienta diagnóstica primordial en la especialidad.
El principal atractivo del libro es que ha sido escrito por jóvenes cardiólogos que han desarrollado sus años de residencia en el hospital ciudadrealeño y han redactado sus artículos pensando en facilitar la tarea a los compañeros que les sucederán.
Cada año el servicio de Cardiología programa un pequeño curso sobre electrocardiografía para los residentes recién llegados y en 2017 sus profesionales pensaron que sería bueno plasmar su contenido en un ejemplar “asequible y manejable”, tanto por contenido como por tamaño, “para tenerlo fácilmente a mano durante una guardia o para consultarlo en cualquier lugar”, explica el especialista de la Unidad de Arritmias del HGUCR Javier Jiménez, que junto a su compañero en el servicio Felipe Higuera han ejercido de editores y supervisores de los textos asignados a cada cardiólogo.
El año pasado se publicó una primera edición para consumo interno de unos pocos ejemplares que se agotó rápidamente. Animados por el éxito obtenido, los autores, algunos de ellos ya trabajando como médicos adjuntos, se pusieron manos a la obra y hace unos días se presentó una segunda versión corregida y aumentada de cuatrocientos ejemplares que ha editado el Colegio Oficial de Médicos de Ciudad Real.
En el prólogo Higuera y Fernández subrayan que la aparición y mejora de las técnicas de diagnosis por imagen y los nuevos fármacos y procedimientos intervencionistas “no han reemplazado a la herramienta diagnóstica por excelencia de la cardiología clásica, el electrocardiograma (ECG)” y recalcan que el libro no pretende sustituir los grandes tratados sobre la especialidad, sino servir de guía rápida de consulta para los cardiólogos en formación.
En este sentido, Marian Montero, cardióloga y jefe de estudios de Formación Especializada de la Gerencia de Ciudad Real, señala en la presentación del libro que los residentes de un hospital “llegan a conocer las necesidades e inquietudes de sus compañeros de una forma mucho más fiable que sus tutores” y de ahí que hayan desarrollado una herramienta “útil, de consulta y ayuda en la interpretación de un ECG”.
Para Montero, tanto o más importante que los propios residentes hayan realizado este trabajo es que “hayan sido capaces de trabajar en equipo y asumir la responsabilidad de desarrollar un manual de consulta”.
Todos los profesionales que han hojeado el libro destacan su utilidad práctica y la claridad en la exposición de conceptos. Se ha comenzado ya a distribuir entre los residentes recién llegados a la Gerencia de Ciudad Real y se han atendido peticiones de otras gerencias interesadas en proporcionar ejemplares a sus facultativos en formación.
El “Manual de electrocardiografía del Hospital General Universitario de Ciudad Real” consta de algo menos de doscientas páginas y está dividido en trece capítulos. De sus ocho autores, cinco están trabajando como adjuntos en el hospital de Ciudad Real, María Aránzazu González Marín, María Thiscal López Lluva, Ramón Maseda Uriza, Andrea Moreno Arciniegas y Jesús Piqueras Flores; Manuel Marina Breysse está en el Centro de Medicina del Deporte de la Agencia Española de Protección de la Salud en el Deporte, y Raquel Frías García y Pedro Pérez Díaz están completando sus años de residencia en el HGUCR.
