En el mes de julio, Castilla-La Mancha tristemente era la primera comunidad autónoma en número de accidentes mortales. Solamente entre enero y mayo de este año, en la provincia de Toledo se han producido 3.657 accidentes laborales, con 7 trabajadores muertos contabilizados y 29 accidentes graves.
El incremento de siniestralidad laboral en la región está siendo especialmente dramático, de lo que llevamos de año ya son más de una veintena los trabajadores que han muerto. Esto ha provocado una cantidad de concentraciones sindicales para exigir mayores recursos en la lucha contra la siniestralidad y exigiendo mayor seguridad y una mejora de las condiciones de los trabajadores.
Ante este hecho, Daniel Velasco, responsable de Jóvenes de Izquierda Unida de Castilla-La Mancha, ha declarado que: «Los últimos trabajadores que han fallecido en su puesto de trabajo y los múltiples accidentes laborales que hemos conocido en nuestra región nos demuestran que es prioritario y urgente poner en marcha las medidas más adecuadas de prevención de riesgos laborales para poner freno a estas desgracias, que lamentablemente estamos viendo con mayor frecuencia entre la población castellano-manchega».
A juicio de Velasco también habría que hacer hincapié en «la prevención de riesgos laborales y la seguridad de las personas jóvenes que están trabajando en la región», pues «la gran mayoría de las muertes y los accidentes laborales se producen entre la población joven, como por ejemplo los dos últimos fallecidos en Balazote y Alovera, de 19 y 24 años de edad, o ayer mismo con dos accidentes laborales de dos jóvenes en Cuenca y Tomelloso, ambos de 21 años».
Por último, Daniel Velasco ha recordado que Izquierda Unida, a través de la Diputada del Grupo Confederal de Unidas Podemos, Eva García Sempere, registró el pasado 18 de julio una batería de preguntas dirigidas al Gobierno central para que explicase que medidas y que recursos va a destinar para luchar contra la siniestralidad laboral en Castilla-La Mancha.