El actual problema de despoblación que sufren muchos municipios rurales en España, y la «constante bajada de precio» de los fármacos, está poniendo en peligro la existencia de las casi 4.500 farmacias rurales que hay en España, especialmente aquellas situadas en Extremadura, Castilla-La Mancha, Castilla y León y la Comunidad Valenciana.
Así lo ha puesto de manifiesto la vocal la Sociedad Española de Farmacia Rural (SEFAR), María Luisa Alarcón, quien ha informado de que en 2019 ya han cerrado 20 farmacias situadas en zonas rurales. Una cifra que, si bien no parece muy elevada, afecta a mucha gente, tanto a los propios farmacéuticos como a la población que vive en la zona.
«Este tipo de farmacias son inviable desde el punto de vista económico, especialmente las que están en municipios de menos de 1.000 habitantes. Y es que, a menos población, menor volumen de negocio y menor remuneración. Además, muchos compañeros optan por garantizarse un futuro mejor en poblaciones mayores y, al no haber un relevo porque no son lugares económicamente interesantes, se producen cierres», ha dicho Alarcón.
Además, la vocal de SEFAR ha recordado que las guardias de los farmacéuticos no están remuneradas y que hay farmacias rurales en las que la mitad del año tienen que estar de guardia. «Esto es casi una esclavitud del siglo XXI», ha apostillado, para insistir en que si cierra una farmacia en un núcleo rural es un «fiasco» para la población, la cual suele estar compuesta por personas mayores.
Por todo ello, desde la organización se ha solicitado al sector farmacéutico que se establezca un fondo de compensación capaz de garantizar el modelo farmacéutico actual, y a las administraciones que remuneren las guardias, y se les den más funciones y reconocimiento a los farmacéuticos rurales.
«La farmacia rural debería convertirse en el auténtico punto de salud, ya que el farmacéutico rural tiene un papel en estas poblaciones que va más allá de la mera dispensación de medicamentos, convirtiéndose en el auténtico referente sociosanitario de la zona», ha recalcado Alarcón, durante la presentación de la cuarta edición de ‘Aristo Camina’, una iniciativa solidaria promovida por la compañía Aristo Pharma Iberia, SEFAR y Farmacéuticos Sin Fronteras.
15.000 EUROS PARA EQUIPAR CON MEDICAMENTOS UN CENTRO MÉDICO EN KENIA
Precisamente, Alarcón ha destacado la importancia de proyectos como ‘Aristo Camina’, ya que permiten acercar a la población la realidad de las farmacias rurales. Y es que, gracias al mismo, se van a donar más de 15.000 euros a Farmacéuticos Sin Fronteras para equipar con medicamentos, servicios y formación del personal al centro médico Teresa Rodón de Kenia.
El dinero se ha obtenido, tal y como ha explicado el director general de Aristo Pharma Iberia, Juan José Jiménez, a través de la realización por parte de los empleados de la compañía de un recorrido por la provincia de Cáceres, en el que han ido visitando las oficinas de farmacia que encontraban a su paso, así como rutas de senderismo.
De esta forma, cuantas más farmacias visitaran y se hicieran una foto, y cuanto más kilómetros recorrieran, más aumentaba la donación por parte de la compañía farmacéutica para la realización del proyecto. Por ahora ya se han sumado más de 200 farmacias, han participado más de 150 empleados y se han recorrido más de 300 kilómetros.
«Gracias a esta iniciativa, por segundo año consecutivo, vamos a poder trabajar en este centro sanitario de Kenia en el que ya hemos creado un punto de farmacia, un laboratorio de análisis clínico, una sala de fisioterapia y, ahora, podremos crear una sala de radiografías», ha comentado el director de Farmacéuticos Sin Fronteras, Ángel Huélamo, para zanjar informando de que se ha formado al personal médico y farmacéutico y están visitando y formando a sus homólogos en otras zonas del país.
