La Consejería de Agricultura, Agua y Desarrollo Rural, a través de la dirección general de Agricultura y Ganadería, ha informado que Castilla-La Mancha ha sido declarada oficialmente como región indemne a la brucelosis ovina y caprina.
Así lo refleja la Decisión de Ejecución (UE) 2019/1970, por la que se reconoce a la provincia de Toledo como oficialmente indemne de brucelosis ovina y caprina. Este reconocimiento, unido al de las provincias de Albacete, Cuenca y Guadalajara en 2017 y Ciudad Real en 2018, supone la confirmación de que esta enfermedad se ha erradicado en Castilla-La Mancha, tanto en ovino y caprino como en ganado bovino, según ha informado la Junta en nota de prensa.
Esta declaración supone un «hito sanitario de primer orden» y un paso consolidado en la mejora del estatus sanitario de la ganadería de la región, siendo «la culminación del esfuerzo y trabajo conjunto del sector, desde los ganaderos hasta la Administración, laboratorios, veterinarios de explotación, las Agrupaciones de Defensa Sanitaria Ganadera y de la actuación responsable y rigurosa de los servicios veterinarios oficiales que a lo largo de más de 20 años han estado trabajando intensamente para alcanzar este objetivo».
La Consejería de Agricultura, Agua y Desarrollo Rural realiza con su trabajo diario una «importante apuesta» por apoyar a los ganaderos en la mejora sanitaria de sus explotaciones ya que esto es «imprescindible para aumentar la competitividad productiva, facilitar los canales comerciales y lograr la apertura de mercados».
Esta declaración supondrá que a partir de 2020 no serán necesarias las pruebas para el movimiento pecuario y solo se realizará el saneamiento, a modo de centinela, sobre el 10 por ciento de los animales de la región. De esta forma, se abre una nueva estrategia de vigilancia de la enfermedad, en el que la colaboración entre la Administración regional y el sector será una pieza clave para su mantenimiento.