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domingo, 17 noviembre
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Me opera en catalán, por favor. Por Rosana Güiza

Nuestra Constitución dice, en su artículo 25, que todos los españoles tienen derecho a acceder en condiciones de igualdad a las funciones y cargos públicos. Un artículo que algunas comunidades tienen la intención de saltarse porque pretenden que, para acceder a ciertos cargos públicos, sea estrictamente necesario saber la lengua cooficial de esa región. Una auténtica discriminación y, permítanme decir también que, una auténtica tontería. ¿Para qué quiero yo que un cirujano sepa hablar perfectamente el catalán si lo que realmente quiero es que me opere de mi dolencia lo mejor posible? Pues así todo. Así es este país que se ocupa más de chorradas como esta que de solucionar los auténticos problemas.

Si yo fuera una política balear, valenciana, vasca o gallega, me encargaría de que mi comunidad tuviera a los mejores cirujanos de España para que mis paisanos estuvieran en buenas manos y no en buenas lenguas. Pero cuando lo que impera es el absurdo en lugar de la lógica, sale a la luz la calidad e inteligencia de quienes nos gobiernan.

Es lógico que, ante unas oposiciones  para ser profesor de valenciano, catalán, gallego o euskera, se escoja al mejor y al que mejor hable y sepa sobre esa lengua. Pero, ¿para qué quiere un cirujano hablar perfectamente catalán, euskera, gallego o valenciano si lo que tiene que hacer es operar? y, sobre todo, si sabe hablar perfectamente el idioma de su país, el español. No creo que alguien de Mallorca impida que le opere el mejor cirujano sólo por no saber catalán. Tampoco creo que alguien de Bilbao escoja a su cardiólogo por su conocimiento sobre el euskera. No veo a un alicantino preferir a un psiquiatra que hable perfectamente el valenciano antes que al mejor especialista en trastornos mentales. Y, si es así, deberían hacérselo mirar.

Si esta norma se impusiera, además de ser una auténtica chorrada, sería discriminatoria ya que entonces un andaluz no podría optar a una plaza en Baleares, por ejemplo. Una vez más, en lugar de igualdad, lo que se consigue con esto es discriminar. Si finalmente no fuera necesaria la lengua cooficial para acceder a un puesto pero sí para promocionarse y conseguir mejoras salariales, me parecería igual de deshonesto y discriminatorio. Tenemos unos políticos que predican para que haya igualdad en todos los ámbitos de la vida pero luego discriminan con estas cosas. Estos políticos que me hacen tanta gracia pidiendo paridad inventándose palabros en lugar de predicar con el ejemplo. ¡Qué hartura de políticos! Si un político del PSIB o de Més tuviera que operar a su hijo y prefiriera que le operara un cirujano que supiera catalán antes que el mejor cirujano, definitivamente, esto se nos va de las manos.

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