El pasado 2 de diciembre, 21 corredores del Atletismo Club Manchathon de Tomelloso participaron en el Maratón de Valencia 2018. Hablamos con Domingo Romero de Ávila, Maite Vergara, José Redondo, Belén Puerta Pelayo, Constantino Jaén Andrés, Rosario González Benito y Alfonso Jesús Millán Serrano para los que esta ha sido su primera experiencia en los 42 kilómetros pero, seguro, no será la última.
Si hay algo en lo que todos coinciden es en lo mucho que han disfrutado de la experiencia. Maite comenta, emocionada: «He tenido unas sensaciones indescriptibles. Lo he disfrutado kilómetro a kilómetro. Jamás imaginaba poder acabarlo y, al final, se me ha hecho corto. Tenía en la cabeza tantas cosas, imaginando ese día con mis compañeras, pensando «nos vamos a abrazar» o «vamos a llorar». He disfrutado de los puntos de asistencia y animación que había y de toda la gente. Para mí, Valencia es lo más: no ha habido un punto kilométrico que no hubiera gente animando». Y Belén comparte su entusiasmo: «Llevo nueve años corriendo, pero ha sido mi primera maratón y es un sueño hecho realidad. Jamás me lo habría podido imaginar. Aún no me lo creo».
Por su parte, Rosario incide en que, antes de la carrera, es necesario «tener una alimentación sana, descansar y no hacer excesos». Pero, además, hace falta una preparación específica previa -doce semanas- que, a veces, resulta dura, según apunta Domingo: «Son algunos fines de semana de muchos kilómetros. Pero, para luego no tener problemas en la maratón, se requiere esa preparación».
Constantino dice -y sus compañeros están de acuerdo- que hay una especie de «muro» con el que topas al llegar al kilómetro 30. Ahí es cuando las fuerzas empiezan a fallar y, en palabras de José, «es ir aguantando dolor kilómetro tras kilómetro». Por eso, la técnica de Rosario fue «marcar ritmo y no pasarme para tener resistencia porque, a partir del 30, no sabía qué me iba a encontrar».
Lo que se encontraron fue lo que más valoran de esta vivencia: el apoyo de los compañeros y el ánimo del público. Por eso, todos están deseando dar las gracias. «Tengo que agradecerle mucho a Ezequiel Cano, que se unió a mí en el kilómetro 30, cuando empecé a ir «cuesta abajo», y me ayudó mucho moralmente. Si no hubiera sido por él, me hubiera parado antes. Iba muy cansado y el apoyo suyo de ir diciendo «venga, vamos, que llegamos» fue fundamental. Y luego los últimos kilómetros, tantísima gente y tanto apoyo se notan mucho. Te llevan en volandas», afirma Alfonso. Constantino no quiere olvidarse de «mi amigo José Juan, que fue una de las personas que más me ha ayudado, ya que lleva catorce maratones».
Los veteranos del Club se sienten orgullosos de ellos. Pedro Villena -que ya va por su cuarta vez- opina que «sobre todo, los he visto con mucha ilusión. Han hecho grandes marcas para ser su primera maratón». Y para Manolo -décima- «quien realmente ha ganado esta maratón ha sido uno de los que han debutado, Fermín Toledo. Por su grandeza y humanidad que, llegando a meta, agarró a un chico que se estaba cayendo y entró con él y eso que él venía ya malo desde la media maratón. Por eso, todos tienen su mérito pero, para mí, el único que ha ganado ha sido él». De hecho, ninguno de los debutantes abandonó y todos completaron la carrera.
Lo que destacan es «el fin de semana que pasamos juntos. El compañerismo. La prueba es la reina pero, desde la convivencia que se tiene todo el fin de semana, se disfruta mucho, acompañado de los veteranos, que ya tienen una experiencia. El compañerismo es muy importante, ya que los que somos novatos no estamos seguros de si vamos a soportar el ritmo y nos apoyamos en los veteranos para poder acabar».
¡Ánimo, chicos! ¡A por la próxima!