Tenemos una democracia que ya debía haber aprendido de los errores. Comparada con las más jóvenes, nos queda mucho por aprender y si la comparamos con las democracias más antiguas, pues también. En cualquier país democrático sano, cualquier político al que le quede algo de dignidad, dimite al mínimo error cometido. Aquí ocurre todo lo contrario: no se van ni con agua caliente. Se aferran al poder como si les fuese la vida en ello y no son capaces de dimitir ni asumir sus errores hasta que un juez los mete en la cárcel. Perdón, incluso sentenciados y encarcelados, siguen sin admitir sus delitos y tampoco dimiten. Por otro lado, los ciudadanos tenemos la capacidad de castigar con nuestro voto las fechorías que los políticos cometen, pero no nos dejan e, incluso a veces, cuando podemos, se ha dado el caso, cuando sólo había dos partidos mayoritarios en España, que han ganado elecciones después de destapar la corrupción de esos partidos.
Estamos en un momento para el partido del Gobierno, en el que ya no caben más casos de corrupción, o sí, nunca se sabe hasta dónde puede llegar la capacidad de robo del ser humano. El PP está muy tocado y prácticamente hundido. No han terminado de cerrar un caso cuando les aparece otro. Hubiera sido lógico y de democracia sana, que el Presidente del Gobierno hubiera convocado elecciones ante tantos casos de corrupción demostrados en su partido, pero no, Mariano Rajoy no quiere hacer mudanza. Mariano se equivoca, como también lo hace Pedro Sánchez, que si quiere hacer la mudanza a Moncloa, por lo menos hasta que acabe la legislatura porque, quizás, es consciente de que no tendrá otra manera y oportunidad de ser presidente.
Ante situaciones como las que estamos viviendo, cada uno da la cara y muestra lo que es. Mientras tanto, los españoles estamos hartos de tanto mangante y aprovechado y sólo queremos votar, darle a cada uno lo suyo y decidir, de nuevo, quien queremos que nos gobierne, sin corrupción, sin aprovecharse, con coherencia y dignidad. La moción de censura de Sánchez debería salir adelante sólo si es para convocar elecciones y no para quedarse él en el poder, si no, ojalá no se apruebe y se busque la fórmula correcta para que los españoles tengamos el gobierno que nos merecemos.