El pasado domingo no vi la final del Mundial de Rusia entre Francia y Croacia, así que no sé si se cumplió o no el mandato de la FIFA de no enfocar a chicas guapas durante los partidos del Mundial. Mi interés por este mundial, una vez que España fue eliminada, bajó considerablemente pero, al leer esta noticia días previos a la final, se me quitaron las pocas ganas que me quedaban.
Llevo tiempo diciendo que esto del feminismo mal entendido se nos está yendo de las manos y a los hechos me remito. Que quieran penalizar el piropo ya me pareció en su día algo exagerado y fuera de lugar, después nos quitaron a las azafatas de la Fórmula 1 porque alguien las consideraba como “mujer florero” y ahora tampoco se puede enfocar a chicas guapas en los partidos de fútbol. Cada paso que se va dando, así, como quien no quiere la cosa, de forma aislada e independiente, parece una broma, un disparate pero, si observamos desde la distancia todo en conjunto, de repente da la sensación de que estamos en una sociedad en involución en lugar de evolución. Una involución puritana que, cada vez más, está llevando a la mujer, por culpa del feminismo mal utilizado, a la rigidez, a la severidad de antaño, a lo estricto y austero de la vida.
Todo es de un surrealismo que empieza a superar límites, sobre todo por lo incoherente del asunto. Resulta que las injurias leves se han despenalizado, por lo que ahora puedes faltar al respeto e insultar sin problema alguno a quien te apetezca, eso sí, que no se te ocurra decirle un piropo a una chica porque entonces ya tienes lío. Puedes llamarla “hija de puta” pero no “guapa”. Muy coherente todo.
Seguro que se han fijado pero, ¿cuántas presentadoras normales, entradas en carnes y en edad, ven día a día en la televisión?… Yo tampoco. En cambio, un hombre presentador no tiene por qué ser joven, guapo y delgado. Ahí están los canales y los programas para comprobarlo. ¿Por qué la mujer que sale en un medio de comunicación tiene que ser joven, guapa y delgada y el hombre no? Esto es sólo una pista para las feministas, que seguro que todavía no se han dado cuenta de este detalle así que, que se vayan preparando las jóvenes, guapas y delgadas presentadoras porque, tienen los días contados.
