La Residencia para Personas Mayores “Virgen de Peñarroya” de Argamasilla de Alba celebró, este viernes, su particular día del voluntariado, reconociendo la labor que altruistamente realizan vecinos, vecinas y asociaciones de la localidad con los residentes, este año especialmente dedicado al trabajo de voluntariado realizado por el Grupo Católico Scout “Alba”.
La directora de la residencia, Irene Sánchez, en su intervención, hizo un recorrido por las múltiples actividades en las que colaboran, y en muchos casos hacen posibles, los voluntarios y voluntarias a lo largo de todo el año, a los que agradeció la dedicación de su tiempo a los mayores y su colaboración para que “esta sea una de las residencias más dinámicas de la región”.
Sánchez, para describir a los voluntarios y voluntarias que colaboran con la residencia, hizo suyas las palabras de Carol Ryrie Brink: “Las personas más generosas son aquellas que dan silenciosamente, sin esperanza de halago o recompensa”.
El alcalde, Pedro Ángel Jiménez, felicitó por su trabajo a la directora y a todos los trabajadores y trabajadores de la residencia, cuya labor y compromiso hacen que esta sea “una de las mejores de Castilla-La Mancha”, destacando en este día la labor de los voluntarios y voluntarias “que de forma altruista, ofrecen una de las mejores cosas que tenemos y más preciadas, que es nuestro tiempo”. Con ello, los voluntarios contribuyen a hacer que el día a día de los residentes sea un poco mejor, facilitando su salida a la calle y haciendo posible su participación en la vida social, festiva y cultural del municipio.
Jiménez también destacó el buen acogimiento que ha tenido el grupo de los scout en la localidad, “y ello es fruto del trabajo de los monitores y monitoras” y de las múltiples actividades que realizan con los jóvenes de la localidad.
“Hay dos grupos que tenemos que cuidar como tesoros, uno son los mayores, porque sin los mayores tendríamos que empezar las cosas desde cero, y el otro es la infancia y la juventud, porque son el futuro de nuestro pueblo”, afirmaba el párroco local, Ángel Almansa.
Los scout nacieron en Argamasilla de Alba, según afirmaba el párroco, que además es el consiliario del Movimiento Scout Católico Alba, como una vía más para formar a la infancia y a los jóvenes “como buenas personas, como buenos ciudadanos y como buenos creyentes”, unos fines que en muchos casos se buscan y alcanzan a través del juego; mediante el cual, gracias al trabajo de los monitores, los niños, niñas y jóvenes “van descubriendo que ellos también pueden aportar algo a los demás, y una expresión de eso es venir a compartir esas tardes con vosotros, ellos piensan que vienen a compartir algo, a dar algo, y al final se van enriquecidos”, subrayaba Almansa.
Los representantes de los scout Alba, en agradecimiento a este reconocimiento, hicieron entrega a la directora de la Residencia de una pañoleta con los colores que identifican al MSC Alba y se comprometieron a seguir visitando a los residentes, a compartir y a aprender de sus experiencias y recuerdos.
El acto se completó con la proyección de dos vídeos, uno realizado por los scout, que al ser en horario escolar no pudieron asistir, y otro de algunas de las muchas actividades realizadas a lo largo del año, así como con la entrega de un diploma y un regalo a cada voluntario, voluntaria y asociación, para finalizar compartiendo una comida elaborada especialmente para este día.