La ya expresidenta de Cruz Roja en Ciudad Real, Lola Moreno, ha querido aclarar este miércoles los motivos de su cese que se produjo, ha dicho, una semana después de que solicitara el listado de todos los trabajadores de la entidad en la provincia así como sus salarios porque, en su opinión, son «desorbitados» en muchos casos, especialmente tratándose de una entidad que ayuda a quien más lo necesita con el apoyo económico de los socios.
Moreno, que ha ofrecido una rueda de prensa en la Plaza Mayor de la capital rodeada de socios, voluntarios y representantes políticos, ha señalado que esa solicitud de información la hizo de acuerdo con los presidentes y vicepresidentes locales de Cruz Roja Ciudad Real, que también querían saber por qué algunos trabajadores estaban en varias asambleas y a qué se dedicaba cada uno de ellos.
«Nunca nos habían dado esa información que pedí el 13 de abril y me cesaron el 20 porque ahí se iba a ver esas desigualdades salariales: Hay unos pocos que cobran sueldos desorbitados mientras que otros trabajadores se están dejando la piel y cobran 900-1.000 euros«, ha apostillado.
Asimismo, otro de los motivos que ha argumentado ha sido su reivindicación de que los voluntarios reciban un trato más justo porque, ha señalado, son los que más trabajan pero los que menos mandan «y están totalmente desamparados, al menos en esta provincia» llegando a poner como ejemplo que se les escatima hasta en las comidas y los bocadillos pese a estar horas trabajando para la entidad de forma altruista.
Moreno -que fue reconocida el 8 de marzo de 2016 con el premio Empoderamiento y Liderazgo 2016 del Ayuntamiento de Ciudad Real- ha continuado asegurando que «los trabajadores que gobiernan la entidad no quieren que en esta provincia el voluntariado avance, se una y opine para que ellos puedan seguir con sus privilegios, seguir dirigiendo el cotarro, tener el poder absoluto y ganar un pastón en una sede bonita con buenos despachos que es lo que querían», ha concluido.