La madrugada del próximo domingo terminará el horario de verano, que dará paso al de invierno, cuando a las 03.00 horas se retrase una hora el reloj y volverán a ser las 02.00 en la Península y en Canarias, a las 02.00 serán la 01.00 horas. Eso supone que la noche del sábado al domingo se dormirá una hora más.
De acuerdo con la Directiva Comunitaria del Cambio de hora, el paso de la hora de verano a la de invierno se produce el último domingo de octubre en toda Europa. La normativa es de obligado cumplimiento y la motivación es lograr un ahorro energético, aunque esto podría cambiar antes de 2020, ya que la Comisión Europea ha propuesto eliminarlo y el Gobierno se ha mostrado «bastante de acuerdo».
Concretamente, la Comisión Europea ha dejado la decisión en manos de los gobiernos y les ha pedido celeridad en la toma de decisión para conseguir que el último cambio de hora en el bloque comunitario ocurra en 2019 y que tenga lugar sin ocasionar problemas como consecuencia de la falta de coordinación entre las capitales.
Según el calendario planteado por la Comisión Europea, el último cambio de hora obligatorio tendrá lugar el 31 de marzo de 2019 y los Estados miembros que deseen volver a la hora de invierno realizarán una última modificación el 27 de octubre. A partir de esa fecha no se podrán hacer más cambios. Para ello, la Eurocámara y el Consejo de la UE –la institución en la que están representados los países– deben acordar y aprobar la normativa como muy tarde en marzo de 2019.
Según estimaciones del Instituto para la Diversificación y Ahorro de la Energía (IDEA), el potencial de ahorro en iluminación podría alcanzar en torno a 300 millones de euros, el equivalente al 5 por ciento del total. De esa cantidad, 90 millones corresponde al potencial de los hogares españoles, lo que supone un ahorro de 6 euros por hogar y 210 millones restantes se ahorrarían en los edificios del terciario y en la industria.
Esta costumbre de atrasar el reloj en hora en invierno y adelantarlo en verano se empezó a usar de forma generalizada en 1974 para poder aprovechar mejor la luz del sol (y consumir menos electricidad) tras la primera crisis del petróleo.
La Directiva Europea que rige el denominado ‘Cambio de hora’ fija que el horario de verano comienza en el último domingo del mes de marzo y que termina el último domingo de octubre.
De este modo, a partir del próximo domingo España recuperar su hora oficial, que es la de ir una hora por delante del tiempo que marca el meridiano de Greenwich (Greenwich Mean Time GMT).
El cambio de hora se realiza en unos 70 países en todo el mundo aunque Japón es el único país industrializado que no se ha adaptado aún a esta normativa. En concreto, se aplica en todos los países de Europa, América del Sur, África y en algunas zonas de Estados Unidos y Canadá.