Bajos salarios, precariedad, inestabilidad y con poca prevención de riesgos laborales. Este es el panorama que se encuentran día a día las trabajadoras de los servicios de ayuda a domicilio en diferentes partes de España. Así lo revela un estudio realizado por UGT que fue presentado durante la tarde de ayer en Tomelloso, en el que se ponía de relieve la deplorable situación laboral que viven estas trabajadores en lugares como nuestra ciudad.
Precisamente, Tomelloso ha sido uno de los centros en los que se ha realizado el estudio, una investigación que refleja la cantidad de dificultades con la que deben lidiar estas trabajadoras. La Secretaria de la Mujer y Políticas Sociales de la Federación de Empleados de los Servicios Públicos (FeSP)–UGT de CLM, Milagros Ruíz-Roso Martín, ha sido la encargada de exponer dichas dificultades:
En primer lugar, los bajos salarios, que se encuentran por debajo del Salario Mínimo Interprofesional y que, como bien expresaba Ruíz, ponen a las trabajadoras en riesgo de exclusión y pobreza; la Secretaria puso como ejemplo a una mujer de Alcázar de San Juan que aseguraba cobrar menos de 5€ la hora. A esto habría que añadir que no se concibe como un trabajo normal. Si un bombero, por ejemplo, está 5 horas de servicio, cobra esas 5 horas, independientemente de que haya habido incendios o no. Sin embargo, no ocurre lo mismo con el caso de estas trabajadoras, ya que trabajan a partir de expedientes que se tramitan a los Servicios Sociales.
En segundo lugar, la prevención de riesgos laborales. Es preciso recordar que existe una ley que ampara a los trabajadores para tener una serie de condiciones y garantías de seguridad en el trabajo. Sin embargo, las trabajadoras del servicio de ayuda a domicilio, como su propio nombre indica, trabajan en domicilios particulares, por lo que son inviolables y no se consideran un centro de trabajo. De hecho, en la investigación se ha conocido un caso de una trabajadora que fue violada en un domicilio; en su caso, no podría considerarse como una agresión en su centro de trabajo.
En tercer lugar, se ha querido resalta el carácter precario de esta profesión y, en general, de todos los servicios relacionados con el cuidado a las personas. Según explicaba la Secretaria, cuidar de las personas es fundamental, pero cuando se transforma en un trabajo, aparece una depreciación social.
Las trabajadores reciben continuamente etiquetas como «la chica que viene a limpiar», pero con este estudio se ha querido poner de relieve que con unas «superwoman» que trabajan en el área socio-educativa, en hábitos de salud e higiene, en relaciones sociales, como nexos entre la administración y los usuarios, facilitando el entorno en el que se desenvuelven los demás e incluso facilitando las relaciones familiares.
EN TOMELLOSO EL SERVICIO ES GESTIONADO POR EL AYUNTAMIENTO
A la hora de realizar este estudio, Tomelloso contaba con una característica singular, y es que el servicio de atención a domicilio es gestionado por el Ayuntamiento, mientras que en muchas otras zonas dicho servicio lo llevan empresas privadas. Esto llevó a que, de primera mano, se partiera de la hipótesis de que seguramente el estado del servicio se encontraría en mejor estado que otros analizados, teniendo en cuenta que al tratarse de empleadas públicas debían contar con los derechos laborales mínimos correspondientes.
Sin embargo, y según ha expresado Milagros, «la realidad en Tomelloso nos desbordó porque tiene exactamente las mismas perversidades que tiene este servicio en el resto de España«. Por ello, desde UGT han querido poner en relieve que el sistema de dependencia debería tener la misma consideración que el sistema sanitario, un derecho que estas trabajadoras se han ganado con su esfuerzo diario.
Y es que, un claro ejemplo de cómo se encuentra esta situación laboral se vio reflejada en la propia presentación del estudio: Milagros explicó que las trabajadoras de ayuda a domicilio entran en la categoría de auxiliares, al igual que cualquier otro auxiliar del Ayuntamiento de Tomelloso, lo que debería proporcionarles un salario base y una serie de complementos. Sin embargo, ante la pregunta de ‘¿consideráis que el salario base de cualquier auxiliar de este Ayuntamiento es igual que el vuestro?’, la sala se llenó, aunque no por sorpresa, de un conjunto de firmes «noes».
